spot_img

A los que nos obliga el ocio barato, ¿o no?

//
// <![CDATA[

// ]]>

Ay,ay,ay,ay,ay. Espero no arrepentirme de lo que voy a escribir en estas líneas. Pero no he podido evitarlo. Ustedes se van a reír. Yo, casi lloro. Al grano: el otro día me asomé a un programa de televisión vespertino dedicado al cotilleo y aún estoy que no salgo de mi asombro. Tuve que enviar un sms a un amigo mío, que de esto controla, para ver si el espectáculo al que estaba asistiendo formaba parte de lo cotidiano. “Aproximadamente”, vino a decirme.

Me encontré con un espacio aparentemente dividido en 2 bandas. No sé si es algo voluntario, pero existen claras afinidades tras esas trincheras. Unos son inteligentes, cruelmente preparados y con cierta cultura. Otros son incultos y codifican difícilmente los mensajes, básicamente porque no los entienden. El lenguaje que manejan los primeros llega a las líneas enemigas absolutamente encriptado. Así que la defensa recurre a la respuesta incorrecta si no al insulto. Que no deja de ser un buen arma. En el grupo capacitado hay algún elemento que debería estar en la otra banda, así que, por lo que se ve, en ocasiones también hay crisis internas en ese sector.

Para que se hagan una idea del nivel, por si no han visto el programa: “hoy has debido comer proteínas”, le dice una invitada que merecería capítulo aparte a una de las féminas del bando, digámoslo así, más débil, el más inculto. Y la otra, indignada, como si le hubieran dicho que va morada de cocaína, responde a gritos: “¡Pero, qué proteínas, si he comido pollo!”. Este es el nivel.

He tenido que deducir por mí misma, así que a lo mejor les cuentos observaciones que llevan ustedes hechas tiempo atrás. Los primeros, alfabetos y prácticos, se saben superiores y no están por practicar la caridad, aunque a veces parece que se muerden la lengua. Pero tengo la sensación de que lo hacen por aquello de no gastar energías o bromas buenas con gente que no está a la altura. Total, para qué. Los segundos, analfabetos e inconscientes (la incultura es lo que tiene) han optado por el torpedo subversivo. “Ofende, que algo queda”, vendría a ser el lema. Y en este plan se pasan algo más de 4 horas, aunque tengo que reconocer que mi fidelidad no llegó a tanto.

Pero confieso también que el programa atrapa. A todo esto, el presentador, el más listo de todos, sabedor absoluto de que es el jefe de pista y capaz de enfangarse sin problemas porque nada bien, va sobrado de neuronas y no tiene problemas en enseñar sus cartas, maneja a su antojo las piezas para que la batalla no pierda gas por el camino.

Hasta lo que yo sé, el espacio lleva unos 3 años en antena…pero se sorprenden tanto los unos de los otros, de sus ataques, de sus informaciones, de su habilidad para expandir un rumor sin fundamento, que parecen nuevos. Por lo que me informo, cada vez que ha entrado alguien diferente en el juego, el enemigo ha estado claro: el recién llegado. Entre las últimas altas que yo controlo hay algún/a impresentable. Pero da lo mismo.

Hay que tener arte para trasladar un corrillo de pueblo a un plató, desnudarle de su aura campestre para vestirlo de aparente lujo y modernidad, distribuir a sus “contertulios” estratégicamente, dejar que se chillen, se insulten, se amenacen con demandas y conseguir que la audiencia te dé la razón. ¡La razón! Porque esto va de sinrazones, de oprobios y de dislates; de infundios, de alergias emocionales, de golpes bajos fuera del ring y de huídas a tiempo. Y mañana será otro día. ¿A qué saben de qué programa les hablo?

 

María Díaz
Periodista
www.mariadiaz.eu

 

 

Puedes seguir a Portalparados en FacebookTwitter y Linkedin

Related Articles

DEJA UNA RESPUESTA

Déjenos su comentario
Por favor introduzca su nombre aquí

Nuestras RRSS

73,115FansMe gusta
78,973SeguidoresSeguir

últimos artículos

You cannot copy content of this page