spot_img

¿La credibilidad de quién?

Lo comenté en otra ocasión pero permítanme que vuelva a ello. En los últimos tiempos la imagen de banca y bancarios no es que sea mala, es que es patética, deleznable. Blesa se presenta como víctima cuando todos tienen ganas de verle sentado en el banquillo de los juzgados y Silva, el ex -juez, se empeña en convertir las salas judiciales en salas de teatro. Toda una técnica que le está funcionando para que se escuchen las voces de los dañados en esta lamentable historia que habla mal de los que mandan y de los que, se supone, tendrían que imponer la ley.

Mientras, los bancos nos asaltan con publicidades en las que vemos a famosos de postín intentando hacernos creíbles sus ofertas. Nunca me gustaron los bancos, ahora menos y entendí a Cantona cuando propuso que nos lleváramos nuestro dinero a casa. De hecho, estoy empezando a pensar que el colchón en el que uno duerme no es el peor lugar para guardar las cuatro perras que podamos tener. Quien las tenga.

Hace años le ofrecieron a Loquillo ser la imagen de un producto de consumo habitual en los hogares españoles y declinó la oferta, a pesar de la estupenda cantidad que le pagaban, porque entendió que no era consumidor de ese producto y que sugerir a los demás que lo fueran era caer en el engaño. Chapeau. En otra ocasión, una marca de coches propuso a Almodóvar que fuera la imagen de su nueva campaña…pero el manchego no sabe conducir así que renunció, por pura lógica, a tan jugosa idea.

Me gustaría pensar que los famosos que nos invitan a abrir cuentas corrientes en un determinado banco, o a comprar acciones o a lo que sea juegan con la misma honestidad que Loquillo o Almodóvar. Pero lo dudo. Y eso que algunos son periodistas de renombre cargados de credibilidad para mí. Entiendo que te ponen una fantástica cantidad de pasta sobre la mesa, o mejor, te abren una jugosa cuenta en su correspondiente oficina y te tiras de frente.

Dudo mucho que sea conveniente prestarte en los tiempos que corren a dotar de credibilidad la imagen de un banco. Han trabajado mucho estas entidades para que nuestra desconfianza sea absoluta así que no me gusta la idea de que vengan otros, con carreras profesionales solventes, a limpiarles el “escaparate”. Es más, porque no tengo un euro, pero si lo tuviera ingresaría mi “chines” en cualquier otro banco, en alguno que no me haya puesto a un famoso como reclamo. Entiendo que ellos tienen mucho dinero que poner a buen recaudo. Yo no. Pero lo que tengo me ha costado mucho conseguirlo. Y no va a venir rostro alguno, por muy popular que sea, a decirme que tengo que hacer yo con mis problemas financieros (que de estos si tengo, por más que no paro de buscarme las habichuelas).

Mientras, a ver si los juzgados empiezan a ser visitados por todos estos señores que vestidos de traje no han dudado en forrarse a costa de los pequeños ahorradores, de los que no entienden, como yo, el funcionamiento del complejo mundo bursátil y financiero, de los que se fiaron de ellos porque hablaban con una seguridad axiomática del full que te estaban colocando, de los que curran de sol a sol para poder tranquilizar su negro futuro. A esos, sí tengo ganas de verlos en un banquillo, sabiendo como sé, que son culpables. Aunque se paseen impunemente por calles y medios de comunicación. Qué pena que seamos tan educados.

María Díaz
Periodista
www.mariadiez.eu

Related Articles

26 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Déjenos su comentario
Por favor introduzca su nombre aquí

Nuestras RRSS

72,868FansMe gusta
78,973SeguidoresSeguir

últimos artículos

You cannot copy content of this page