Dicen los expertos en economía que cuando los americanos estornudan, los europeos nos constipamos. La pregunta es ¿sucederá también al revés? O dicho de otra manera, ¿este «brote verde» que ha aparecido en la economía estadounidense significa que lo peor de la crisis realmente ha pasado ya? Eso es algo que cada uno de vosotros tendrá que opinar porque en este terreno todo es discutible.
El caso objetivo es que curiosamente 247.000 personas han perdido su puesto de trabajo en este país a lo largo del mes de julio pero la tasa del paro, o sea el porcentaje de parados, ha bajado a un 9,4 por ciento, una décima menos que el pasado mes de junio. Obama considera que este dato significa una luz al final del túnel y ha destacado que la destrucción de empleo se ha reducido a la mitad en los últimos meses. Ha llegado a manifestar que su gobierno «ha salvado a EE UU del colapso», una frase quizás demasiado grandilocuente para la época en la que vivimos.
Y como en todos los sitios, hay quien ve la botella medio llena y otros medio vacías. Los pesimistas sostienen que esa reducción se ha producido porque 400.000 personas han desistido de buscar trabajo ante la imposibilidad de encontrarlo y se han borrado del «inem americano». Además, recuerdan que un tercio de los quince millones de parados en el país llevan más de 27 semanas sin trabajar
Los optimistas se fijan en datos que apuntan a una cierta recuperación en los sectores de producción de bienes y de servicios. Se ha frenado asimismo la caída del paro en la construcción, uno de los más castigados por la crisis, como también ha ocurrido en España.
Quizás todo ésto nos suene muy lejano. Algunos de vosotros pensará que qué nos importa lo que pase tan lejos pero recordad que vivimos en una economía global y una recuperación de los grandes gigantes de la economía mundial redundará en nuestra propia salida del túnel.