Este grupo de desempleados volverá a su casa por primera vez desde el pasado 8 de julio y con una solución razonable a sus demandas, con lo cual no tendrán que ponerse en huelga de hambre a partir del lunes, tal y como habían amenazado. Daniel Castiñeira, un portavoz de estos trabajadores, explicó a Europa Press que serán integrados en las políticas activas de empleo a través de un programa de formación que desarrolla la Asociación Cardijn en el campo del mantenimiento de edificios y que, según dijo, está también “concertado con el Ayuntamiento de Cádiz y la Diputación”.
Castiñeira recordó que iniciaron sus movilizaciones a principios de junio y que venían demandando un puesto de trabajo. Sin embargo, consideraron que la oferta realizada “no se puede rechazar” porque tiene “proyección de futuro” y porque “no se puede obviar cómo está afectando la crisis a todo el mundo”.
La medida se aplicará a los 35 empleados que se venían manifestando, 20 de ellos mediante un encierro en el convento gaditano y otros 15 con movilizaciones diarias en la calle para reclamar a las administraciones “una oportunidad”.
Finalmente, mostró su satisfacción porque “la situación económica y psicológica” de sus familias estaba “llegando al límite” y recordó que, de no haber obtenido respuesta, estaban dispuestos a iniciar una huelga de hambre indefinida a partir del próximo lunes.