Hoy más que nunca, el voto de pobreza de la Iglesia se hace realidad. El Obispo de La Rioja, Juan José Omella, pidió a mediados de junio a todos los sacerdotes que, de forma voluntaria, aportaran lo que pudieran de su sueldo para ayudar los parados de la localidad. Y la respuesta, en la mayoría de los casos ha sido unánime.
Para facilitarles la decisión, se les sugirió donaran el 10 por ciento de su sueldo o la paga exta de verano. Cáritas Diocesana abrió una cuenta bancaria en Caja Rioja que se ha llamado cuenta anti crisis. En tan sólo un mes, se han conseguido ingresar casi 25.000 euros, de los que 20.000 euros provienen de los sacerdotes. Como curiosidad, cabe señalar que el sueldo de los sacerdotes asciende a 700 euros al mes y se reparte en 14 pagas, por lo que se puede deducir que la respuesta ha sido masiva.
El resto de los fondos recaudados provienen de aportaciones de órdenes religiosas, parroquias y particulares anónimos que se han querido sumar a la iniciativa.
La cuenta de Caja Rioja estará abierta todo el verano y todos los fondos recaudados se utilizarán a partir de Octubre. ¿Cómo? Aún es una incógnita, pero lo que parece más firme es destinar ese dinero a ayudar a los parados riojanos en la búsqueda de empleo a través de la Fundación Cáritas-Chavicar. Aquellos parados que ya no reciban remuneración, podrán ser incluídos en talleres de empleo remunerados entre 400 y 500 euros al més.