El antiguo cuartel de la Guardia Civil de Vila-real va a ser demolido para albergar la comisaría de la Policía Local y la sede de Protección Civil. Estos trabajos de demolición y posterior construcción necesitarán la mano de obra de 55 personas, de las cuales 14 provendrán del paro de la ciudad.
Desde el Ayuntamiento aseguran que, a medida que avance la obra, se valorará la posibilidad de contratar a más gente, y tendrán prioridad los desempleados locales.
El nuevo inmueble contará con una superficie de 3.000 m2, mantendrá las fachadas originales y conservará el mismo patio central del que dispone en la actualidad, pero con un techo. Asimismo, incorporará nuevos servicios como galería de tiro, sala de crisis, párking subterráneo para todos los vehículos –medio centenar–, vestuarios, dependencias, una zona de atención al público, salas de reuniones y cursos y despachos. Además, permitirá incrementar la plantilla de policías de 112 a 200, por lo que supondrá también una opción de empleo.
