Queridos Reyes Magos:
Ya sé, ya sé, que queda mucho para navidades y todas esas fechas en que, se supone, todos somos tan felices. A decir verdad, yo ni siquiera debo ser creyente. Pero lo mío es de urgencia y quizá vosotros tengáis la llave que termine con mis desvelos.
Esta semana empieza el cole. Estaba avisada, por ahí me ahorro el trauma. Mis problemas son otros: mis padres están separados y mi padre, para más I.N.R.I., en el paro. Hace meses que mi madre hace cábalas para que nos “sujetemos” en el día a día. El arroz y las patatas forman parte de mi dieta diaria y este verano he sabido lo que era una piscina porque mis abuelos me llevaron al pueblo. Yo, en el pueblo, me aburro. Pero entiendo que es lo que hay y no me quejo. Juro que no digo ni “mu”.
Nunca estuvimos sobrados de nada. Pero la vida “funcionaba” y nosotros, los López, no hemos sido de quejarnos. Ahora es distinto. Asumí el distanciamiento de mis progenitores y la salida de mi padre de casa. Ahí las cosas ya empezaron a torcerse, aunque de cariño hemos ido sobrados mis hermanas y yo. Pero ahora…mi padre se quedó en el paro en febrero y ha renunciado a pasarnos la pensión porque no le llega ni para comer. Mi madre lo entiende – unos días mejor que otros- pero con lo que ella gana trabajando por horas, el asunto no “pinta” bien. Me gustaría poder echar una mano en casa, pero tengo 15 años y todos en la familia tienen claro que debo estudiar para hacerme una mujer de bien. ¿Una mujer de bien?. Yo se que la formación es futuro. Pero…no tengo para comprarme los libros este año, aunque se que mi madre ha hecho un “apaño” y cuando miro alrededor, me desanimo.
¿No podéis traerle a mi padre un trabajillo? Nada de explotación ¿eh?, que a cualquier abuso le llaman trabajo. Y, de paso, una ayuda del estado a los padres separados en el paro…Se me ocurre. Y con esto, yo estaría bien contenta. Y me haría, lo juro, una mujer de bien.
María Diaz Periodista www.mariadiaz.eu
