Cuando yo mismo impulsé este proyecto que pretende ayudaros en esta tarea diaria de buscar trabajo, siempre tuve claro que en ningún caso, nuestra misión debía ser sufragada por vosotros. Entre otras cosas porque las personas en paro se encuentran en un momento económico no demasiado boyante.
No es extraño, por tanto, que la mayoría de nuestras noticias se refieran a recursos de empleo, de orientación y de formación gratuitos. Algunas veces hablamos de descuentos en distintos productos que consideramos que pueden aportar un valor añadido a vuestro currículum.
Otras muchas empresas se han creado en este tiempo de crisis con la idea clara de prestar un servicio a los desempleados sin que los costes recaigan en ellos. Para ello, empresas, como la de nuestras amigas de Empieza Consultora, trabajan en convenios con distintas administraciones y entidades que pueden sufragar económicamente los proyectos. Es un trabajo duro en estos tiempos de recortes pero no puede hacerse de otro modo, desde mi modesto punto de vista.
Sin embargo, en los últimos meses, he visto cómo aparecían iniciativas cuyo modelo de negocio se basaba en cobrar a los parados por determinados servicios sin aportarles ninguna garantía de éxito mayor que si no la acometen.
Hace un tiempo, los responsables de un nuevo portal de ofertas de empleo nos prometía revolucionar este mundillo. Su principal aportación a los que buscan “curro” es cobrar a los candidatos por tener colgado su currículum una cantidad mensual y ofrecer el servicio gratuito a las empresas. Es decir, el mundo al revés.
Os debo confesar que trataron de anunciarse en esta web pero esa política supuestamente revolucionaria chocaba frontalmente con todo aquello que nosotros hemos defendido en nuestros casi tres años de vida. Y por ello, renunciamos a un dinero que no nos vendría mal pero no todo en la vida tiene un precio.
Otro portal de empleo nació hace unos años y obligaba a los candidatos a llamar a un 807 para dar de alta el currículum. Por fortuna, su responsable vió que aquello no funcionaba y ahora mismo, creo que ya no se necesita esa opción que por cierto, era de dudosa legalidad.
Seguimos viendo la evolución. Y hace unas semanas, se anunciaba a bombo y platillo una iniciativa de una empresa que buscaba al parado más antiguo de Madrid para ofrecerles algunas sesiones de orientación. El objetivo de esta promoción es hacerse con una buena base de datos para ofrecer sus servicios a las personas en paro a las que se cobrara por sus servicios, salvo el afortunado o afortunada que sea obsequiado con el premio.
Ya de por sí el concurso tiene unos tintes un tanto humillantes para personas que llevan muchos años esperando una oportunidad. Pero mi pregunta es ¿realmente han descubierto la pólvora y tienen la varita mágica que nos permita encontrar trabajo? Francamente creo que no. Por tanto, hacen algo parecido a lo que deberían realizar los orientadores laborales de los servicios públicos pero emitiendo una factura.
Hay profesionales que cobran por ayudarnos en la búsqueda de trabajo. Son los coaching que necesitan de una titulación y una preparación determinada. Su misión va mucho más allá de la gestión de ofertas de trabajo. De hecho, no es su misión. Su labor muchas veces consiste en que nos reconciliemos con nosotros mismos, detectemos nuestras fortalezas y debilidades, etc. Eso si nos genera un valor para el que se lo pueda permitir. Pero me temo que no es el caso de la empresa a la que nos referíamos con anterioridad.
Y finalmente, están esas otras empresas que usan el desempleo como fórmula de marketing. Ya me refería a aquella empresa de trabajo temporal que organizó una jornada supuestamente de ayuda al desempleado que resultó bastante fallida, según el testimonio de muchos de nuestros lectores y de alguno de sus empleados. Esa misma ETT que ahora ha abierto una web para ayudar a desempleados como otra manera de usarles a favor de su propia imagen.
De una manera u otra, debemos reflexionar muy bien a quién pagamos y por qué. Sólo aquellas empresas que realmente ofrecen un servicio que nos permita mejorar eso que llaman empleabilidad, merece una oportunidad. Y para investigarlo, hay foros, intercambio de opiniones, etc. Y por supuesto nunca abonar ninguna cantidad por encontrar trabajo que ya sabemos que suele esconder estafas o engaños.
Javier Peña Periodista Portalparados.es
