Los fondos irán a parar a parados de diversas pymes metalúrgicas relacionadas con la astillería, la construcción y el automóvil, actividades que han sufrido el «impacto significativo de la crisis» en toda la UE, según señaló el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
En concreto, la asistencia europea les ayudará en la elaboración de perfiles, la orientación profesional, el asesoramiento para la creación de empresas o el establecimiento por cuenta propia, varios tipos de formación y reciclaje, o ayuda en la búsqueda de empleo.
La CE calcula que el coste total de este conjunto de medidas asciende a aproximadamente dos millones de euros, de los que el Fondo europeo aportará 1,2 millones, y el resto provendrá de las arcas españolas.
Como consecuencia de la crisis, en España la demanda y producción de metal y productos metálicos disminuyó un 24,6 % y un 23,3 % en 2009, respectivamente, en comparación con 2008, según datos de la Comisión.
Aunque estas actividades manufactureras empezaron a recuperarse en el primer trimestre de 2011, la producción de ambos sectores volvió a disminuir de forma significativa en el segundo semestre del año, recordó la CE.
Esa nueva caída tuvo graves consecuencias para el empleo en España, donde se perdieron más de 180.000 puestos de trabajo en el sector del metal en 2009 y otros 60.000 en 2010.
Las ayudas entregadas fueron solicitadas por el Gobierno español el año pasado, y posteriormente aprobadas por el Ejecutivo comunitario, el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.