El objetivo es crear unas franjas perimetrales de 25 metros de ancho en torno a estos núcleos habitados para que, en caso de un fuego forestal, no se tengan que desviar la mayoría de recursos a defender estas viviendas y se pueda extinguir el fuego lo antes posible.
La intención del Consell es contratar a jardineros, peones y trabajadores forestales tras sacar una convocatoria el próximo 3 de enero. Tras una semana de formación se dividirá al personal en grupos para que cada uno actúe en una de estas urbanizaciones, previsiblemente la que se halle más cerca de su domicilio. Contarán con la colaboración de trabajadores de los diferentes ayuntamientos en donde operen y podrán usar también material cedido por los consistorios para la ocasión.
Los trabajadores seleccionados pasarán a cobrar el salario mínimo interprofesional valorado en 641,40 euros. Al acabar su contrato recibirán un diploma reconociendo su formación en este campo.
El dinero para financiar el proyecto saldrá de una partida del Consell de 50.000 euros. La institución también tiene otros 50.000 euros para poder atender los caminos rurales de la Isla.
Según explicó ayer el conseller Luis Alejandre la idea surgió tras constatar los problemas derivados de los incendios sufridos este verano en Menorca. El caso de La Gomera en el que se quemó hasta un 11% de su superficie le llevó a buscar un plan para evitar un desastre similar. Para ello contacto con el Ibanat, que se encargará de la dirección técnica, el SOIB y los consistorios.
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