El presidente de la institución insular, Marc Pons, ha explicado que la dotación económica supone un aumento del 10 por ciento respecto al 2009, con un 75 por ciento que es aportado por el Govern balear y el 25 ciento restante por el Consell de Menorca.
Consta de diecinueve acciones formativas, con cuatro cursos más que el año pasado para conseguir la inserción laboral de personas desempleadas en los sectores con más posibilidades de ofrecer puestos de trabajo, así como para cubrir espacios territoriales, subsectores económicos o perfiles profesionales que se encuentren desatendidos en sus demandas formativas.
Pons ha manifestado que el objetivo prioritario es la mejora de la calificación de la mano de obra para incrementar la competitividad de la economía menorquina.
«Hay una relación directa entre formación y empleo», ha remarcado Marc Pons, quien ha comparecido acompañado del conseller de Servicios Generales y Trabajo, Gabriel Subirats, y la directora insular de Trabajo y Formación, Mónica Nagore.
Ha explicado que «el Consell ha realizado una clara apuesta para incrementar el empleo en las personas sin puesto de trabajo, mediante la formación profesional».
El programa está diseñado para la obtención del certificado de profesionalidad, la acreditación de especialidad formativa o el carné profesional en ámbitos como el turístico, deportivo, social o tecnológico.
Este año el Consell de Menorca ha optado por dar un mayor peso a la formación básica y elemental con la adquisición de las llamadas «competencias clave», después de constatar que una parte importante de las personas desempleadas no dispone del nivel mínimo de estudios.
Nueve de los diecinueve cursos programados van dirigido a este colectivo con la finalidad de que, una vez superados, pueda acceder al nivel 2 y 3 de los certificados de profesionalidad y empezar así una carrera profesional.
