spot_img

Los que entran por los que salen

Unos desaparecen y otros aparecen. Se va David Bowie en un momento en que la prensa de este país vive inmersa en los “tornados” de Cataluña y el juicio del caso Nóos y no se lleva las portadas que se hubiera merecido. Un muerto siempre es un muerto, y Bowie ha sido un líder de la música, un tipo inteligente tan celoso de su intimidad como provocador. Un tipo distinto que ha dado muchas satisfacciones.

Pero aparece “el Chapo” Guzmán. Quizá víctima de la fama que tuvo Bowie, buscando ser noticia, más noticia aún si cabe. Vuelve a la trena, también es verdad, porque han querido encontrarle. Porque las dudas sobre su llamativa escapada siguen siendo una incógnita. Pero ahí está de nuevo, con las manos en la espalda sujetadas por grilletes. En medio, se permitió conceder una entrevista a una revista “in” con Sean Penn de por medio. O estaba muy seguro de si mismo y de su impunidad o es más tonto de lo que parece. Escuchándole hablar no me ha parecido un genio. Pero ahí está, todo lo torpe que queramos, forrado hasta “las trancas” y con el ego por trabajar. Quería, de ahí su patinazo mediático, e imagino que sigue queriendo que en los EE.UU. su nombre ocupe las carteleras y, porqué no, su biopic se hiciera con algún “oscar”. Quizá la cárcel le parezca un mal menor si todo el mundo conoce sus aventuras. Quizá opina de si mismo que es un héroe, un tipo a tener en valor…y que el mundo no lo sabe. [Ver Másteres Universitarios]

Tener dinero allana estos caminos. Nadie dice que no vaya a producirse él mismo ese largometraje con el que sueña. Nadie dice tampoco que su vida no sea de película. Lo que pasa es que a mí me suena a film ya visto y, si nos ponemos, a argumento de fantasía. Pero es su libertad. Sorprendente porque critica en la entrevista que hemos podido escuchar estos días lo nocivo de la droga con la que trafica. Pues si tan malo es tu negocio pero tan interesante econonómicamente hablando, ¿por qué no invertir esa “pasta” en los más necesitados y hasta en los damnificados por sus trapicheos? Porque, pensará Guzmán, él es mucho más interesante.

“El Chapo” quiere pasar a la historia. El presente ya lo tiene bastante “apañado”. Con trena o sin ella. Pero en el futuro, otras generaciones deberían saber de él y de eso va a ocuparse tranquilamente. ¿Valoró los riesgos cuando dio rienda suelta a su megalomanía? ¿O se sabe más fuerte, más importante, más intocable? ¿Qué harán ahora con él? El gobierno mexicano necesita reforzar su imagen con su detención y posterior tratamiento, así que quizá ahora las cosas no salgan como esperaba.

Pena que le esté dedicando más tiempo a este personaje que se escapa a mi comprensión y no al gran David Bowie. Y eso que soy consciente de que el espacio que no dedicaron los medios a una determinada persona en vivo puede surgir con su muerte. No es el caso del cantante, que ya se buscó la vida para que se hablara de él. Pero se muere ahora, cuando en este país tenemos tanta porquería que resolver. O sea, se muere en segunda fila.

 

María Díaz
Periodista
www.mariadiaz.eu

Related Articles

DEJA UNA RESPUESTA

Déjenos su comentario
Por favor introduzca su nombre aquí

Nuestras RRSS

73,114FansMe gusta
78,973SeguidoresSeguir

últimos artículos

You cannot copy content of this page