Antes de comentar la actualidad que nos afecta, voy a reiterar las disculpas que os hemos pedido en público y en privado por no recibir desde hace días el boletín de noticias que hasta ahora había acudido diariamente a vuestro correo, salvo ocasiones puntuales. La verdad es que ignoramos de dónde procede el problema pero como a grandes males, grandes remedios, vamos a usar un servicio de envío de correos de pago que nos garantizará que ese problema no se vuelva a repetir. Son las cosas de internet que lo gratuito puede fallar y lo que pagas no.
Quiero dejar claro que eso no representará ningún coste para vosotros, el boletín de noticias seguirá siendo un servicio gratuito para nuestros lectores, como el resto de contenidos y utilidades de la web. Ya sabéis que nuestra filosofía ha sido esa desde el principio y continuará así mientras existamos en la red que esperemos sea el menor tiempo posible porque eso signifique que el problema del paro ha desaparecido de nuestras vidas.
Ya sabéis que nuestra intención es dar ánimos a todas aquellas personas que están buscando un empleo en unas circunstancias nada favorables. Y menos cuando el gobierno estatal y los autonómicos están en otra clave, por más que todas las medidas se justifiquen en la creación de empleo.
No conocemos aún el presupuesto en detalle. Conocemos las grandes lineas para el año próximo. Sin embargo, no apreciamos ninguna medida concreta y real que vaya a empujar la creación de empleo el año próximo. Se reducen los gastos de infraestructuras, las inversiones en educación, en políticas activas de empleo. Eso representará más paro y más pobreza.
Algunos dicen que son los únicos presupuestos que se pueden hacer y no los que se quieren. Hay un discurso que nos transmite que todas las medidas son irremediables, que no nos queda otra si queremos acudir a los mercados para que nos presten dinero con el que pagar las nóminas de los funcionarios, las prestaciones por desempleo y las pensiones, entre otras.
El problema es que nuestros políticos cumple sólo lo que les da la gana de las instrucciones que llegan desde Europa. Es verdad que nos piden ahorro y austeridad. Tan verdad como que nos han pedido una reforma institucional que implique menor gasto de una monstruosa administración dividida entre gobierno central, autonomías, diputaciones provinciales y ayuntamientos, con duplicidades, gastos superfluos, etc. Tan verdad como que las autoridades de Bruselas han pedido incentivos para la actividad emprendedora, políticas que faciliten el empleo y una reforma laboral que proteja a los sectores más desfavorecidos. Todo esto también nos lo piden desde Europa y ¿de esto qué?
Obviamente lo más fácil es sacar las tijeras, hacer que los ciudadanos paguemos los platos rotos de una fiesta en la que fuimos invitados de segunda fila. Es mucho más fácil que decirle a un compañero de partido que se va a quedar sin su sueldo en tal o cual diputación provincial, más fácil que eliminar miles de empresas públicas, repletas de enchufados políticos.
Es verdad que la principal responsabilidad es de un gobierno que tiene a su disposición el Boletín Oficial del Estado para legislar a su antojo, parapetados en su mayoría absoluta. Igualmente es cierto que no se lo están poniendo fácil los caciques autonómicos o locales que se resisten a perder poder en sus territorios y mucho dinero para repartir entre sus correligionarios.
En definitiva, el ahorro está bien, es muy necesario pero no sólo vamos a salir con la austeridad. Si la economía no funciona, no habrá empleo y seguiremos sufriendo los de siempre, los que no tenemos dinero para puros, para viajes y para menús de 200 euros por barba.
Javier Peña Director Portalparados.es
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