En su Guía laboral del mercado 2015, la consultora Hays concluye, a raíz de las entrevistas a 1.500 responsables de compañías, que el 60% de los empresarios españoles prevé ampliar su plantilla este año. Eso es un 10% más que en 2014. El aumento se debe a una percepción más optimista de la situación económica. Aunque casi la mitad de los encuestados, el 45%, opina que sólo hemos mejorado «un poco», el 56% cree que en el caso concreto de su empresa las condiciones son mejores que las de hace un año. Incluso un 7% afirma que la crisis quedó atrás.
En cuanto a los perfiles con más posibilidades, el 53% apunta al de director de ventas y comercial. Le siguen los ingenieros (puesto más reclamado por el 33% de los empresarios) y, a continuación, los profesionales de las tecnologías de la información (demandados por el 21% de los sondeados). Y sigue primando la experiencia: el 66% de los directivos prefiere incorporar a perfiles senior a su compañía, si bien los empresarios reconocen que, a consecuencia de la crisis, se observa una evolución en cuanto a las competencias que se reclaman a los futuros trabajadores. Ahora, se valoran de manera especial la capacidad de adaptación, la polivalencia y la proactividad.
En la encuesta también han participado 8.000 trabajadores, 2.970 de ellos desempleados en el momento de la entrevista, que se muestran menos esperanzados que los empresarios en cuanto a la evolución de la coyuntura. Solo un tercio de ellos asegura percibir que la situación ha mejorado, mientras que otro tercio cree que «está igual» y el 31% restante considera que ha empeorado. Ante esta situación, seis de cada diez trabajadores busca empleo de forma activa y el 20% quiere cambiar de trabajo.
En cuanto a los riesgos que amenazan al mercado laboral español, el director de Hays España, Christopher Dottie, cree que la parálisis económica que afecta en este momento a varios países de la Unión Europea, principal destino de los bienes y servicios españoles, puede frenar el crecimiento de nuestra economía. Por otro lado, ha subrayado que los procesos electorales programados para este año -cuatro, hasta septiembre- pueden frenar las inversiones. Y, por último, ha lamentado la «falta de programas para retener el talento en las empresas españolas, que dan por hecho que el trabajador va a dar lo mejor de sí, y que no necesita incentivos y esto no es así».