Aunque el trabajador, protagonista involuntario de esta historia, falleció poco después de recibir la carta de despido y en su situación, ni siquiera fue consciente de lo ocurrido, su familia ha decidido interponer una denuncia ante el Juzgado de lo Social por considerar que se ha producido un despido improcente. La familia de Manuel asegura que el trabajo para el que había sido contratado en el barco 1662 no había concluído realmente.
Sin embargo, el director gerente de la empresa Servicios Auxiliares Beiramar SL y presidente de la Cámara de Comercio de Vigo, José García Costas, informó ayer, en declaraciones a La Voz de Galicia, que efectivamente Manuel Caeiro fue despedido con otro grupo de personas al terminar el trabajo que venían realizando en el barco 1962, número que no coincide con el facilitado por los allegados del fallecido y que figura en el contrato.
Costas no advierte ninguna irregularidad y asegura que no tiene reclamación de la familia, aunque está dispuesto a hablar con ella.
La familia también advierte de la escasa sensibilidad y el mal gusto de la empresa que conocía sobradamente la situación médica del fallecido puesto que se le entregaron hasta 3 partes de baja. Precisamente, en la entrega del último parte de baja el 12 de diciembre es cuando la esposa de Manuel recibió la carta de despido que habían intentado entregarle unos días antes en su domicilio con acuse de recibo pero que no pudieron entregar al estar el trabajador en el Hospital.