Las cuadrillas recogen las aceitunas a mano y la depositan en los canastos recubiertos de tela de saco o en cubetas, para evitar que los golpes dañen o estropeen las aceitunas, especialmente delicadas. Sus especiales características hacen que la aceituna aloreña de Málaga esté introduciéndose en los canales de comercialización «más exquisitos».
Según informaron desde el Consejo Regulador, es «imposible» mecanizar el proceso de recolección debido a los suelos tan accidentados donde se cultivan los olivares manzanillos aloreños y a la delicadeza del fruto, que obliga a recolectarlo a mano, en lo que se conoce como técnica del ordeño.
Una vez que la aceituna es recogida, se transporta a la planta de aderezo en cajas para evitar que se deterioren. Una vez allí, las aceitunas pasan a una clasificadora que las separas en aceitunas extra, primera, segunda y perdigón. Las tres primeras clases son las usadas para el aderezo, mientras que las de perdigón son usadas para la extracción de aceite.
La denominación de origen para la aceituna aloreña de Málaga ha sido consecuencia de la coordinación entre distintas instituciones. Según el representante de los Grupos de Desarrollo de Málaga, José Sánchez, «es fruto de un trabajo de equipo entre agricultores, aderezadores, GDRs, Consejería, Diputación y otras entidades que han apostado por este reconocimiento»..
Os dejamos la web de la Asociación que ha sido el germen de la nueva Denominación de Origen por si os sirve de pista.