spot_img

Joaquín Almunia, un hombre sin piedad

Sin duda, es un asunto complejo este de las ayudas a determinadas empresas y sobre cómo cada Estado las distribuye. Está claro que participar en un club de países, como es la Unión Europea, nos obliga a actuar de la manera que nos impone Bruselas pero lo ocurrido esta semana en torno a las ayudas a los inversores de los Astilleros españoles pone de manifiesto la escasa sensibilidad de Bruselas en asuntos en los que nos estamos jugando miles de puestos de trabajo, más allá de los miles de millones de euros que ahora deberán devolver algunos.

Quizás cuando leas este comentario, el Consejo de Ministros ya haya decidido recurrir a los tribunales europeos en contra de esta decisión. No sabemos si técnicamente, o mejor dicho jurídicamente, nos saldremos con la nuestra. El debate sobre las leyes me supera, debo confesarlo.

La cuestión es que hay asuntos que van más allá de las leyes. No se puede legislar contra los ciudadanos, una práctica cada vez más habitual entre nuestros gobernantes, tanto los europeos como los españoles. Los legisladores no deben convertirse en nuestros principales enemigos, deberían ser nuestros mejores aliados.

Pero el papel de Joaquín Almunia no es el de legislador. Su papel es ejecutivo como Comisario Europeo. E incluso, a la hora de ejecutar, se puede tener una cierta flexibilidad. Lo demuestra el hecho de que otro comisario italiano trató de limitar los daños hacia la industria naval española, limitando la devolución de las ayudas a los años 2010 y 2011. ¿Y qué hace un comisario español que no se apunta a este carro en el debate del Colegio de Comisarios? Lo ignoro.

Muchos aluden a que el papel de Almunia como miembro de la Comisión Europea es tomar decisiones sin pensar en su propio país sino con una perspectiva global. Y debería ser cierto si la realidad no nos demostrase que en Europa, todos tratan de barrer para casa, algo que no ha hecho hasta hora el ex dirigente socialista.

Algunos explican que su papel ya fue crítico hacia España en la etapa del anterior gobierno que era de sus mismas siglas. Y también es cierto. Pero eso no consuela. Más bien al contrario. Confirma que con amigos como éste, no necesitamos más enemigos en la capital comunitaria.

Otros mucho más malvados afirman que el ex secretario general del Psoe no perdona a los votantes españoles su derrota en las urnas hace ya muchos años. No soy capaz de ponerme en su mente y no se si es este el motivo o un exceso de celo en sus obligaciones como gobernador europeo.

Como digo, no sé si en el tema de los astilleros, el gobierno ha actuado bien o mal. Si ha cumplido o no las normas europeas. Supongo que no. Pero manda bemoles que la Comisión Europea tenga la cara de solicitar la devolución de las ayudas cuando tenemos algunos países que ejercen la competencia desleal hacia el resto de socios comunitarios con su regulación de impuestos.

¿O es que no recordamos que Irlanda es prácticamente un paraíso fiscal para las empresas? Todas las grandes multinacionales fijan su sede en esta isla porque les sale mucho más barato pagar impuestos. ¿Y esto cumple con las leyes comunitarias? Si la respuesta es afirmativa, entonces tendremos claro que los legisladores son un grupo de caprichosos que casi nunca actúan en defensa de los intereses generales. Esos intereses que alegan ahora para defender la devolución de las ayudas a los Astilleros.

Yo creo en el futuro de la Unión Europea pero para ello, deben desaparecer los privilegios para todos o dejamos que cada cual vaya a su bola.

Javier Peña
Director Portalparados.es

Related Articles

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Déjenos su comentario
Por favor introduzca su nombre aquí

Nuestras RRSS

73,115FansMe gusta
78,973SeguidoresSeguir

últimos artículos

You cannot copy content of this page