Palazón, de 56 años y con tres hijos, es uno de los cuatro socios de una empresa de montaje de muebles que trabaja para el Corte Inglés de Alicante («Palazón y Robles»).
Hace unas fechas y siguiendo una tradición, decidió comprar 50 boletos del Gordo en el despacho de los grandes almacenes para quedarse con cuatro para su familia y los 46 restantes regalarlos o cambiarlos en su población, Molina de Segura.
Ha explicado que algunos de sus amigos no han podido evitar «llorar» tras conocer que habían ganado los 300.000 euros del boleto, y ha añadido que desde que se han enterado de la noticia la mayoría festejan juntos la feliz noticia.
Desde hace años, Palazón compra lotería en Alicante, a donde se desplaza diariamente desde Molina de Segura para trabajar, con el objetivo de cambiarla por otros décimos en su pueblo.
Sin embargo, este año la crisis ha hecho que algunos de sus amigos y familiares pasen por problemas económicos, y a una quincena les ha regalado el décimo que después ha resultado agraciado.
«No quiero que me pongan un monumento en Molina. Lo único que creo es que es un dinero muy bueno para todos, y estoy orgulloso de haber ayudado a tanta gente», ha confesado.