Según informa el Diario de Valladolid el traslado de los talleres de Renfe desde la ubicación actual, en el Paseo de Farnesio, a las instalaciones del paraje de San Isidro está a la vuelta de la esquina. Sus nuevas instalaciones, con una superficie de ocho hectáreas, dispondrán de 300 máquinas y 200 de ellas ya están en la nuevas instalaciones.
El traslado, al parecer, se iniciará en marzo de 2015 y durará cinco meses. Al término de ese periodo, y una vez que funcionen a pleno rendimiento, en estos talleres se efecturán, además de las labores de mantenimiento de los trenes convencionales, tareas de adaptación de los vagones para hacerlos accesibles a personas con movilidad reducida, lo que proporcionará trabajo hasta 2018. Y, para el desempeño de estas actividades, Renfe necesitará en estos talleres una plantilla de más de 1.000 trabajadores, según el anuncio de la propia compañía. Eso supondrá un incremento de personal de más de 400 trabajadores ya que ahora cuenta con 630: 470 son personal fijo de la empresa y 160 contratados.
El sindicato UGT (SMC-UGT) ha exigido que esos nuevos contratos se formalicen directamente por parte de la entidad pública y no mediante contratas.
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