En rueda de prensa, el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, apuntó hoy que la tasa de pobreza entre la población en edad de trabajar pasaría de un 21,7% a un 29,5% si se excluyeran las transferencias sociales, es decir, prestaciones por paro y subsidios.
Asimismo, Granado señaló que, según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE de 2008, este porcentaje alcanzaría el 83,1% de los ciudadanos mayores de 65 años si se agotaran sus pensiones, lo que supondría un total de 6.126.600 jubilados por debajo del umbral de la pobreza.
En la actualidad, la tasa de pobreza española se sitúa en el 19,6% para el total de la población, un porcentaje que se reduce hasta el 15,5% si se tiene en cuenta la propiedad de la vivienda.
No nos vamos a fijar demasiado en los datos que ha facilitado sobre el impacto de las pensiones en que los mayores de 65 años estén en su mayoría por encima del umbral de la pobreza. Pero nos ha llamado la atención la siguiente frase: los jubilados “no serán un factor de agravamiento de la crisis”, al contrario, auguró que habrá familias con problemas que se “servirán de sus padres para superar la crisis”.