La trabajadora en paro explicó que la oferta, realizada por una empresa privada a través de esta Oficina de Empleo, ofertaba un puesto como jardinero, si bien entre las condiciones que se pedían se advertía que tenía que ser «un hombre».
«Me sorprende que en pleno siglo XXI una de las condiciones sea sexista», apuntó la afectada, quien avanzó su deseo de continuar reivindicando el trabajo, además de que enviará un correo electrónico al departamento de Igualdade.
Explicó que en la información que le trasladaron en la delegación de la Xunta se le comunicó que para determinados puestos sí está permitido que se pueda solicitar un hombre o una mujer, aunque, concluyó, en este caso «no entendían que para el puesto de jardinero solicitaran un hombre».