La fuente ha explicado que una de las líneas de ayuda ofrece una subvención del 50 por ciento para el pago del recibo del alquiler de una vivienda, libre o protegida, con un máximo de 4.040 euros al año, subvención puede llegar hasta el 60 por ciento y los 4.980 euros anuales en el caso de desempleados sin derecho a subsidio.
Para ser beneficiario de esta ayuda, cuya cuantía varia en función de los ingresos familiares, los requisitos son mantener un año de contrato de arrendamiento como mínimo, destinar la vivienda a residencia habitual y estar inscrito en el Registro de Demandantes de Vivienda.
La misma fuente ha indicado que en el caso de mantenerse las condiciones iniciales del contrato y del inquilino, la subvención, que no es compatible con la Renta Básica de Emancipación, puede prorrogarse un segundo año.
Por su parte los propietarios que alquilen una vivienda también pueden beneficiarse de otra línea de ayudas que prevé hasta 400 euros anuales, si el alquiler tiene un plazo mínimo de cinco años, para la contratación de un seguro de su elección que garantice el cobro de la renta y las necesarias reparaciones.