El dinero podrá ser cobrado desde el momento en el que una empresa les dé de alta en la Seguridad Social. El desempleado se quedará con una parte de esa suma. La otra -más elevada- corresponderá a la compañía que le incorpore y servirá de incentivo para que le contrate, según han explicado a EL CORREO fuentes próximas al Ejecutivo.
Esta fórmula de ‘cheque activo’ es una de las novedosas medidas contenidas en el plan de choque que el Departamento de Empleo presentará mañana a los sindicatos y a la patronal para su negociación en la mesa de diálogo social; un foro integrado, además de por el Gobierno, por la patronal Confebask y los sindicatos CC OO y UGT. Las centrales nacionalistas se han desvinculado voluntariamente de ella.
Con esta iniciativa, que entrará en vigor justo después del verano, el Gabinete de Patxi López pretende revolucionar el mercado laboral juvenil, que tiene una tasa de paro de casi el 19%, muy por encima de la media de desempleo de Euskadi, que se situaba a finales del pasado año en el 11,75%, según la Encuesta de Población Activa. El programa contempla, además, todo un conjunto de actuaciones que llegarán a unas 13.000 personas y contará con fondos que superarán los 14 millones de euros.
El plan constituye todo un cambio cultural al estar basado en la activación de los jóvenes que de verdad quieran trabajar e incorporar el principio de corresponsabilidad a la hora de buscar empleo. Con el cheque, la consejería que dirige Gemma Zabaleta se propone facilitar la colocación de entre 2.000 y 3.000 menores de 35 años -es otra novedad incluir en este colectivo a los mayores de 25- de los más de 33.000 inscritos en el Servicio Vasco de Empleo-Lanbide.