Si hubiera tenido la salud en condiciones, créanme que esta semana les hubiera escrito en rima este artículo. Un poema malo, claro, una sucesión de ripios que es lo que considero que hubiera hecho más juego con la situación que vivimos. Pero me he cansado de quejarme y me he puesto creativa. Porque para lo absurdo siempre hay tiempo. Ya estamos enfrascados en una actualidad absurda, porqué no echarle un poco de sal y acercarnos al humor. O a la mala leche. Que cada uno se lo tome como quiera.
Visto que este país hace tiempo que no da con un gobierno en condiciones y que si los que mandan huelen mal la oposición está más perdida que “Falete en NaturHouse”; siendo evidente que la patria hace aguas y que aquí pagamos los ciudadanos de a pie; temerosa por no saber hacia dónde vamos me planteo hacer una serie de sugerencias. No van a ir a ningún lado, pero no me digan que, visto lo visto, el asunto no es tan bobo.
Me he venido arriba y he creado mi propio gabinete de ministros. No se asusten, que yo no lo presido. El rubio es limitativo y yo sé hasta dónde llego. Aquí van algunas de mis propuestas:
– Ministro de Economía y Hacienda. Luis Bárcenas. Este señor es un hacha que presume de haber pegado 2 pelotazos en 2 negocios que le han reportado una suculenta cantidad de millones. Pues que lo haga para todos. ¿no?. Además, si se queda con la cartera de Hacienda imagino que se cortará a la hora de llevarse el parné a paraísos fiscales. Nada mejor para este tipo de acciones que el que fue cocinero antes que fraile. En su ausencia, cualquier ama de casa de este país puede ser buena sustituta.
– Ministro de Sanidad. Iñaki Azcuna, a la sazón alcalde de Bilbao y, en su momento, gerente del hospital de Cruces de Bilbao. En aquel momento su gestión dividió a los afectados pero como alcalde ha sido, y es, modélico y un lujo. Tiene sentido de la justicia, necesario para entender que la salud es un derecho de todos, y no para con tal de conseguir lo mejor para los suyos.
– Ministra de Educación y Cultura. Aquí la cosa está fácil porque cualquiera, hasta yo, puede hacerlo mejor que el que está. Pero mi apuesta personal, fallecida Corín Tellado, va por Almudena Grandes. Es lista, divertida, entiende que la cultura es futuro y sustento de un país, ama de casa (lo que no es baladí), madre, mujer que pisa la calle, escucha y codifica los mensajes. No sólo iríamos a mejor. Encima, nos reiríamos y, muchos, tomarían gusto por la lectura.
– Ministro de Turismo (importante, que esta nación vive mucho de este asunto). Iker Jiménez. Lo que este chico no consiga, no lo consigue nadie. Ha hecho una mina de una tema tan complicado como el más allá. Además, quién sabe, lo mismo consigue que los habitantes de otros planetas se aficionen por Benidorm, Marbella o las maravillosas tierras asturianas. Lo bueno de España es que allí donde vayas tienes alguna maravilla que disfrutar y un público nuevo seguro que trae negocio. En Marte no se conocen escándalos de corrupción ni crisis de ningún tipo. Y si a estas alturas no han atacado la Tierra es que son buenos tipos.
– Ministro de Justicia. Mi elegido inicial sería Robin Hood pero acaban de explicarme que es un personaje de ficción (¡qué palo!) así que me voy a ir por Luis Roldán. Eso sí, con vigilancia. Pero tiene la obligación de esmerarse porque estará en el punto de mira. Así que cabe pensar que lo hará todo de una manera exquisita. Los escándalos ya los lleva puestos de casa.
– Ministra de Exteriores, Esperanza Aguirre. Entre otras cosas, porque hasta en su partido la quieren lejos. Y , oye, si está entretenida de aquí para allá a lo mejor hasta lo de Eurovegas se queda en una mera curiosidad en esto de las relaciones externas. Que viaje, que lo haga lejos y que sea útil. Que cuando le da la gana, lo es.
– Ministro de Industria y Agricultura. Estos los junto porque si no, parece que el sector primario, se queda abandonado. Gordillo, el alcalde crónico de Marinaleda lo arreglaba todo de un “pis pas”. Quitaba de allí ponía de allá y lo niquelaba todo. Los que dependen de él, le adoran. Eso viene divinamente para unos ministerios que no dan más que problemas.
– Ministerio de Fomento. Aquí Iker Jiménez tampoco estaría mal. Pero como lo prefiero en Turismo, se lo voy a pasar a Mourinho. Como se cree dios, estoy segura que negociará con unos y otros sin ceder el pulso. Por de pronto, puede convertir el negocio inmobiliario en una pura sorpresa, como cuando decide quitar a Iker de la portería para que las hostias le caigan a su sustituto. Eso sí, a Karanka que lo deje en casa. No he visto un vasco con menos garra que este individuo. ¡Qué dolor!
El resto de ministerios e, incluso la presidencia y vicepresidencia, la dejo a su criterio. Como verán, es esta propuesta de carteras he tenido algún momento lúcido. No me lo tengan en cuenta: a veces flojeo. Deben ser las mechas oscuras que luzco en mi hermosa y rubia cabellera.
María Díaz Periodista www.mariadiaz.eu
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