La ley tiene por objeto «desarrollar, en el ámbito de las competencias de Navarra, políticas públicas orientadas a una plena y eficaz promoción de la actividad empresarial y de generación de empleo a través del apoyo a emprendedores, autónomos y microempresas».
La norma pormenoriza una hoja de ruta con medidas e instrumentos tendentes a favorecer las apuestas personales como alternativa a la creación de empleo, incluidos mecanismos de financiación, organismos de seguimiento y un Plan Estratégico del Trabajo Autónomo, todo ello desde el más «firme compromiso» de la Administración, pero sin obviar la «actual situación» de las cuentas públicas.
Para la promoción del emprendimiento y el trabajo autónomo se han introducido, entre otros, la coordinación y simplificación de los procedimientos administrativos, especialmente en lo concerniente al acceso a licencias de actividad y requisitos fiscales.
Además, se prevé potenciar un modelo específico de financiación, favoreciendo la viabilidad y competitividad de los nuevos proyectos. Para ello, se propone reducir riesgos, incentivar el asociacionismo y la participación en redes e introducir los valores ligados al autoempleo en las distintas etapas educativas, impulsando módulos específicos en FP y promoviendo espacios propios para la creación de empresas vinculadas a las universidades y sus fundaciones.



