Los empresarios que quieran optar a alguna de las ayudas incluidas en el plan tienen de plazo hasta el próximo 31 de enero. El programa comprende dos líneas de ayudas: a la contratación por cuenta ajena, dotada con el 40% del presupuesto total, y al inicio de actividad, a la que corresponderá el 60%. No obstante, estos porcentajes podrían variar según las solicitudes presentadas.
Las ayudas al inicio de la actividad están dirigidas a micropymes, es decir, empresas en las que el mes inmediatamente anterior a la solicitud trabajan menos de diez personas y su volumen de negocio anual no supera los dos millones de euros. Dentro de este programa se incluyen dos líneas, un reservada para autónomos y otra segunda destinada las subvenciones a sociedades. Mantener el destino de la actividad durante un año desde la fecha de alta de la actividad en la Agencia Tributaria, haber estado inscrito en el SAE como desempleado y demandante de empleo o como demandante de mejora de empleo como mínimo 15 días antes del inicio de la actividad o justificar el importe de la subvención recibida en gastos relacionados con la actividad son algunos de los requisitos que tienen que cumplir los autónomos para acceder a esta ayuda. Según la convocatoria, el tipo de subvención será a fondo perdido y el máximo que percibirá cualquier autónomo es de 3.000 euros.
La línea de ayudas a la contratación se dirigen a compañías que en el último año hayan contratado a parados e inscritas en el SAE por un periodo de seis o 12 meses. La cuantía de las subvenciones variará en función de la duración de los contratos y la modalidad de los mismos, es decir, si son a jornada completa o a tiempo parcial.