Empresas del Reino Unido que venían pagando salarios de en torno a los 500 libras (630 euros) semanales se han visto obligadas a multiplicar ese salario hasta por 10, para atraer albañiles de otros países, ante la carencia de estos profesionales en aquel país. Los que llegan son sobre todo portugueses y su sueldo ronda ahora los 1.000 euros (1.200 euros) a la semana. Echen cuentas: al mes, casi 5.000 euros.
Son datos de un estudio que ha difundido la consultora de Recursos Humanos Manpower. Y es que, según la Federación de Constructores del Reino Unido, «un 41 % de las pymes tiene dificultades para encontrar albañiles, frente al 34 % de hace tres meses”, por lo que desde Federación critican también la incertidumbre que genera entre las pequeñas y medianas empresas constructoras el hecho de que el gobierno británico no se decida a apoyar económicamente la formación de aprendices.
Por otro lado, la contratación de extranjeros para la construcción y otros sectores podría dificultarse si el Gobierno conservador de David Cameron consigue restringir, como es su intención la libertad de movimiento a algunos ciudadanos de la Unión Europea, principalmente a los procedentes de la Europa del este.
Pese a ello, y de acuerdo con la encuesta de Manpower, muchas empresas, sobre todo del sector del agua y la electricidad, opinan que en 2015 se incrementará aún más la generación de puestos de trabajo en el Reino Unido.