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Oposiciones: más candidatos, menos plazas, mayor esfuerzo

Vocación, esfuerzo y la seguridad de un trabajo para toda la vida han sido por regla general los motores que han impulsado a opositores de toda procedencia y perfil formativo a optar por la no tan sencilla vía del empleo público para desarrollar sus carreras profesionales. Pero la situación ha cambiado, el escenario es desalentador para muchos que habían consagrado sus carreras al ámbito privado, y ahora algunos de ellos ven en el empleo público una presunta salida que además les garantiza, en el caso de tener éxito en sus empeños, contar con un trabajo que jamás les hará volver a sentir la incertidumbre de un ERE o un recorte de personal.


Luis Sánchez, madrileño de 32 años, alcanzó su objetivo tras cuatro años preparando su oposición, y logró conseguir una plaza como bombero conductor en el Ayuntamiento de Madrid en la última de las convocatorias realizadas para cubrir este cuerpo, la de 2009. “Durante el tiempo que me estuve preparando para conseguirlo, mi objetivo fue siempre la oposición”, comenta en relación al hecho de que, para él, el trabajo que ha logrado finalmente desarrollar es totalmente vocacional, y nunca consideró acomodarse en otra dedicación, pese a haber compaginado su preparación con trabajos, en su mayoría temporales, que le permitiesen costear su preparación.



Sin embargo, con un panorama tan complicado para el empleo privado, el perfil del opositor, aunque no varía demasiado en las ramas más vocacionales, sí ha aumentado en número, y en ciertas áreas incluso se ha convertido en predominante al que podríamos llamar opositor “por necesidad”.


En CSIT Unión Profesional, cuyo centro formativo cubre las necesidades de opositores de todas las categorías laborales que existen en la Comunidad de Madrid, han notado que, en los últimos dos o tres años, la demanda y número de alumnos en su centro, pese a la caída de la oferta, ha llegado a doblarse. Eva Menéndez, Vicesecretaria de Formación y Empleo de CSIT Unión Profesional comenta que se trata de un fenómeno “bastante llamativo, aunque con la crisis es normal que mucha gente busque cierta estabilidad o seguridad en el empleo público”.


Pero en este caso el panorama tampoco es sencillo: en 2010 el gobierno recortó en un 87% la oferta de empleo público respecto a 2009, y los consistorios y Comunidades Autónomas también se vieron obligados a recortar o retrasar la incorporación de nuevos funcionarios a sus diferentes cuerpos. Como ejemplo, Luís Sánchez comenta que, en el caso del cuerpo de bomberos conductores del Ayuntamiento de Madrid, tras la entrada de 34 nuevos efectivos en la última convocatoria, entre los que se encuentra él, hay una previsión de no volver a ofertar plazas hasta dentro de unos cinco o seis años, un periodo de tiempo casi desalentador para sus posibles opositores.


Esperando el cambio


En general se reduce drásticamente la oferta pero a su vez aumenta exponencialmente el número de aspirantes al funcionariado. Según informaciones recientes divulgadas por el portal de empleo Monster, nada menos que un 72% de los españoles querría ser funcionario, un 17% por vocación y un 55% por la seguridad económica que se entiende de dichos puestos, quedando los emprendedores potenciales en un residual 4%.



Ángela de las Heras, Jefa de Estudios del Área de Oposiciones de CEF, institución que prepara opositores para la oferta de empleo estatal de los subgrupos A1 y A2, principalmente titulados superiores que prestan una dedicación absoluta a sus oposiciones por lo específico de las mismas, habla de cómo, tras unos años de bonanza para el empleo tanto público como privado, hemos pasado a una reducción de la oferta de empleo por parte del gobierno en 2010 “tan drástica que se puede considerar que solamente se ha mantenido lo fundamentalmente necesario”.


Sin embargo, la representante de CEF trata de ser optimista. “Aunque no sabemos cómo va a ser la oferta en 2011 –señala de las Heras-, es de esperar que presente unos términos similares a los de 2010, pero lógicamente todo esto tiene que cambiar”.En definitiva, la vía del empleo público no es fácil en las circunstancias actuales, pero su recompensa resulta mucho más atractiva cuando el trabajo privado también ha reducido sus oportunidades.


Quién esté pensando en preparar una oposición a día de hoy, o a quien ya lo esté haciendo, que tenga en cuenta este consejo común tanto de academias como de quien ya ha conseguido su plaza: analiza lo que realmente quieres ser, sé constante y, si estás convencido de tu objetivo, no te dejes llevar por el desánimo. Porque como nos dice Luis Sánchez, de servicio en el parque de bomberos de Aluche tras muchos años de esfuerzo para lograrlo, “da igual ser el primero o el último, lo importante es conseguir tu plaza”.

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