Desde luego, se trata de uno de los primeros aprietos para muchas familias durante este mes de septiembre ya que las maltrechas economías no permiten demasiados gastos ni siquiera en la vuelta al cole. Debéis saber además que el coste dependerá muy mucho de la autonomía en la que viváis puesto que Madrid, Cataluña y Valencia son las más caras, mientras que en el otro extremo encontramos a Canarias, Galicia y Aragón, según un estudio realizado por la Federación de Usuarios- Consumidores Independiente (FUCI).
Este hecho no es casual, según FUCI; sino que se debe a los diferentes sistemas de financiación de la educación obligatoria que hay en nuestro país y del grado de implantación en cada autonomía.
Algunas comunidades optan por el préstamo de libros, sistema mediante el cual los libros pueden ser utilizados por otros alumnos en años académicos sucesivos, siendo renovados cada cuatro años, salvo los libros correspondientes a 1º y 2º de Primaria que se renuevan anualmente. Así, Castilla La Mancha, Aragón, Galicia y La Rioja) tienen libros gratuitos durante todos los cursos de la enseñanza obligatoria, lo cual se refleja en el menor coste que deben afrontar los padres.
Otras comunidades que optan por esta reutilización de los libros son Canarias y Andalucía, aunque no en todos los niveles de la educación obligatoria. Mientras, Cataluña, País Vasco y Extremadura son las regiones más atrasadas en este sistema.
Otras autonomías eligen el sistema llamado cheque-libro, que consiste en la entrega de un vale para la adquisición de los libros de texto que las familias pueden canjear en el establecimiento de su elección, pasando a ser los libros propiedad del alumno. Esta opción es la que llevan a cabo Cantabria, Valencia, Murcia, Asturias y Castilla y León.
¿Qué podemos hacer para ahorrar?Canarias y Andalucía, aunque no en todos los niveles de la educación obligatoria. Mientras, Cataluña, País Vasco y Extremadura son las regiones más atrasadas en este sistema.
De vuestra habilidad para gestionar esas necesidades, dependerá el ahorro incluso de unos cientos de euros. Por eso queremos plantearos aquí una serie de ideas y que vosotros mismos en los comentarios o en el hilo que hemos abierto en nuestro foro las podáis completar. Vamos a darnos consejos los unos a los otros.
En primer lugar, conviene que planifiques la compra. Hacer un listado de las necesidades concretas para luego ir mirando en cuantos más sitios mejor. Evita comprar todo en un mimos establecimiento porque allá donde el estuche sea más barato quizás no lo sea el cuaderno por poner un ejemplo.
En segundo lugar, y esto nos lo cuentan las Confederación Española de Centros de Enseñanza, los padres cada vez gastamos menos en ropa para nuestros hijos y optamos por una vieja costumbre: reutilizar la del hermano mayor para el más pequeño. Aunque el gasto en uniforme (quien lo tenga que hacer) puede parecer caro, a la larga representa un 40 por ciento de ahorro en la compra de vestimenta.
En contra de los deseos del niño, debemos huir de la compra de productos sobradamente conocidos gracias al mercado de la publicidad. Comprar marcas blancas también en este apartado del material escolar puede representar un ahorro del 30 por ciento. Si además lo podemos comprar “a granel” también nos saldrá más económico.
Debemos informarnos del tipo de becas y ayudas que otorga nuestra comunidad autónoma o nuestro ayuntamiento. En este sentido, el panorama cambia mucho entre unas y otras. Por su parte, el Ministerio de Educación ofrece otro tipo de ayudas que van dirigidas a subvencionar el transporte, la comida en el centro, etc. Seguramente en el propio colegio al que lleves a tu hijo te puedan informar detalladamente.
De cualquier manera, también los expertos nos indican que se está volviendo a la costumbre de que los libros pasen de los mayores a los menores. Para eso, podemos usar los de los hermanos pero también los de algún vecino. Eso sí, siempre que a las editoriales no les dé por cambiar un par de frases de un año a otro y decir que son libros distintos.
Antes de apuntar a tu hijo a alguna actividad extraescolar, echa un vistazo a la programación de tu ayuntamiento. Seguramente encontrarás cursos muy parecidos con la diferencia de que son gratuitos. Así matamos dos pájaros de un tiro: los peques pueden complementar sus estudios y a nosotros no nos cuesta sacar dinero de dónde no lo hay.