El plan de empleo, impulsado por el gobierno de Murcia, ha tenido muy en cuenta la situación que vive esta región y por ello, ha duplicado los fondos previstos para este tipo de iniciativas en las que se van a gastar 26 millones de euros. El objetivo de estos cursos es atender de forma especial a colectivos, como las mujeres, las personas con discapacidad, los inmigrantes y en general, cualquier persona en riesgo de exclusión social. El objetivo es claramente lograr la inserción laboral de todos estos colectivos que son los más afectados por la crisis. Todos aquellos que pertenezcan a uno de estos colectivos recibirán nueve euros diarios por el mero hecho de asistir.
Dentro del plan, existe un apartado destinado a cubrir las necesidades formativas de la región, o lo que es lo mismo, tratarán de formar a los trabajadores en aquellos sectores más característicos de la zona. En total, serán 215 cursos e incluyen como novedad cursos en las familias profesionales de Artes Gráficas, Química y Plásticos, y se han reforzado por su gran demanda las del sector del Metal, Hostelería, Transporte o Dependencia.
Otro de los apartados a los que se le da prioridad es a aquellos cursos que supongan un compromiso de contratación de al menos el 60 por ciento de los alumnos. Serían clases impartidas por empresas que después seleccionarían a sus futuros empleados entre los alumnos, con lo cual el parado además podría tener ese aliciente añadido.