Hola mi nombre es Mar, soy mujer de 31 años inmigrante y divorciada (gracias a Dios sin cargas familiares), sin familia ni casi amigos aquí, vivo en Barcelona desde hace ya casi 5 años. Pensaran que mi historia es como la de cualquier otro inmigrante que vino en busca de mejorar su medio de vida y el de su familia… La verdad es que no, me vine detrás de una ilusión. Era joven y creía que el amor aun valía la pena, pero lo que debió ser una bella experiencia se convirtió en la pesadilla mas grande de mi vida, que aun a día de hoy debo seguir sufriendo.
Después de escapar literalmente de mi exmarido que es español (con el cual me case en mi país, donde vendí todo lo que tenia, un negocio propio, etc) para evitar ser un número más de las tantas victimas de la violencia machista, llegué a Barcelona sin amigos, sin conocer el idioma y con demasiada necesidad de sobrevivir para preocuparme de los sufrimientos que padecía. Después de dormir en la calle, comer de los contenedores de basura y conocer personas que solo querían aprovecharse de mi situación, conseguí vivir en una habitación deprimente y un trabajo de reponedor de supermercado desde las 5:20 am hasta las 22:15 pm de lunes a sábado y bueno cuando había festivos ya se imaginaran, solo con media hora para comer. Por tantas horas no arribaba ni a los 1000 en muchas ocasiones, muchísimo esfuerzo físico y paciencia ante los constantes maltratos por parte de los jefes y la empresa.
Después de un duro y costoso divorcio (aunque tenia derecho a abogados de oficio los siete que consulte todos me dijeron lo mismo “como te casaste por los papeles”…) y de mejorar mi vida viviendo en otra habitación con una maravillosa mujer catalana, decidí luchar y conseguir un trabajo mejor ya que después de tantas horas solo gané una hernia discal, una bronquitis crónica y la desilusión de que tanto esfuerzo solo trajo más desilusiones.
Conseguí 3 trabajos por obra y servicio, como auxiliar administrativa, mucho mas dignos y mejor sueldo aunque debía hacer 10 horas diarias, para ser mileurista, pero no me importaba por fin sentía que tenía un lugar en esta sociedad. También recibí criticas y comentarios denigrantes de personas que solo ven en la diferencia por ignorancia a un enemigo que en muchos de los casos no existe. Aclaro ante todo que como inmigrante reconozco de primera mano que esta masificación “de los de fuera”, es más perjudicial tanto para quienes nos reciben, como dentro de nuestro propio colectivo. Aun así siempre he seguido el consejo sabio de mi madre “ Donde vayas, has lo que veas” y así de corazón desde hace algún tiempo aunque tengo mi tierra, su cultura y su vivacidad corriendo en mis venas, también en mi corazón late un inmenso amor por Catalunya, sobretodo Barcelona, la ciudad que me dio la oportunidad de renacer.
Pero la vida me tenía preparadas mas pruebas difíciles y dolorosas. Ahora me enfrento desde febrero de la noche a la mañana al paro, sin ahorros, sin familia, sin posibilidades reales de volver, porque en mi país están peor las cosas. Pago un minipiso de 18m2, 400 euros, 2 prestamos personales con financieras para poder pagar abogados, fianzas, (comprarme una cama, nevera y lavadora) y los arreglos del minipiso hechos con mis propias manos, servicios, abono de transporte y para comer la módica suma de 40 al mes, todo en un principio con 720, sin contar las necesidades mas básicas son 890 euros al mes. Ahora después de 6 meses cobro 620 con los mismos gastos de 890 euros.
Pero he luchado, capacitándome en cursos del SOC, estudiando para sacar el titulo de catalán C, y buscando trabajo de 8 a 10 horas diarias. Nunca pedí ninguna ayuda porque consideraba que siempre había personas que lo necesitaban más que yo. Pero ahora la realidad es que para comer ya no me alcanza ni para pagar algunas deudas. Fui a la trabajadora social y de entrada después de presentarme en catalán pero diciendo que era inmigrante cambio el tono y en castellano me contesto con un rotundo “aquí no vengas a pedir dinero ni ayudas para trabajo” luego le expliqué que sólo quería ayuda para comer y me derivó a servicios sociales donde me dijeron que como no tengo 46 años, cargas familiares o alguna discapacidad no me otorgan ninguna ayuda… yo solo quería una bolsa de arroz o pasta para pasar el mes, pero bueno….
El SOC al que pertenezco es un centro de desinformación que te derivan a todos los lados y después ninguno de esos sitios es el que necesitabas jejejeje un poco irónico.
Ahora ya he perdido la esperanza, todos los curriculums que he enviado, más de 820 por Internet y los que he entregado más de 70 la mayoría salen descartados o ni siquiera los leen. En los trabajos básicos como limpieza y reposición me dicen que mi perfil no sirve porque tengo demasiada experiencia y en los administrativos porque no tengo 5 idiomas, curso de empresariales y demás cosas, para atender una centralita 8 horas por 600 al mes. Sigo luchando, me mantienen las palabras de mi madre “para atrás ni para coger impulso” Ella no sabe nada de esta situación porque sino sufriría y vendería lo poco que tiene para ayudarme. Pero inevitablemente a día de hoy reconozco que ya no me queda esperanza…
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