spot_img

¿Por qué parece que no existe capacidad para escoger nuevos rumbos?

Un día como otro cualquiera, hora punta, un tráfico absolutamente caótico, está lloviendo, el navegador de abordo ya se ha confundido cuatro veces, es portátil y se me despega del salpicadero una y otra vez al tiempo que su mecánica voz repite incesante:  “en la siguiente rotonda gire a la derecha…”¡¡pero que rotonda si estoy en mitad de la m30 ¡! Llego tarde a la cita con mi cliente,  un Director de RRHH de una gran multinacional…miro las caras de los demás conductores y me hacen de espejo de mi propia realidad ¿¿pero esto es mi vida?? 

¿Dónde quedaron aparcados mis sueños, dónde quedó todo aquello en lo que siempre creí, a dónde fueron mis ganas de cambiar las cosas, de hacer realidad algo diferente?… me quedo por un momento absorta en mis pensamientos y viene entonces a mi mente lo que decía el gran maestro Ghandi “ Tu mismo debes ser el cambio que tu quisieras ver en el mundo.” ¡¡Se acabó!!- me digo a mi misma con determinación-, al mismo tiempo que giro el volante del coche,  me retiro del infierno de la circulación y aparco  en la cuneta.

Primera llamada: Llamo a mi asistente: “Por favor Vanesa llama al cliente,  dile que me es imposible llegar  a la reunión, que por favor me disculpe, que arreglaremos una cita para otro día.

Segunda llamada, llamo a mi marido: cariño…, esto se acabó me voy a la oficina a despedirme…acabo de darme cuenta de que hacía mucho tiempo que ya no podía mas con este tipo de vida que he elegido: no estoy haciendo nada de lo que me gusta, ya no leo, ni escribo, la vida comercial nunca fue lo mío por mucho que todo el mundo diga que valgo para esto, necesito tiempo para dedicarme a lo que siempre he deseado hacer: ayudar a los demás, pero es imposible hacerlo desde aquí . ¿Cómo voy a poder acompañar a las personas en su proceso de cambio si no soy capaz de cambiar yo primero?

Dicho y hecho, tomo rumbo a mi oficina y me despido oficialmente… “Dos caminos divergían en el bosque y seguí el menos transitado y eso lo ha cambiado todo” dijo (Robert Frost).

Si, efectivamente de los dos caminos he elegido el menos transitado, ante el miedo de los que me quieren y la sorpresa de los que no me conocen, ante la dificultad del momento de mercado, ante las voces que intentan acallar mi decisión con sus propios miedos. ¡¡estas loca!!, dicen unos,  ¡¡abrir tu propio negocio en los tiempos que corren!! muchas de las grandes compañías de Coaching están cerrando sus puertas ¿qué vas a ofrecer tu distinto? dicen otros..

Respondo entonces desde mi interior: Yo no he escogido el momento, el momento me ha escogido a mí. Es solamente en momentos de incertidumbre,  desde donde podemos crear e innovar.“ El que nada arriesga nada gana, nada tiene, nada es”.

Creo firmemente en la capacidad y fortaleza interna del ser humano. Creo en la diversidad, en la riqueza que nos aporta el ser diferentes:

” Ahora lo sé. Todo hombre da su vida por lo que cree. Toda mujer da su vida por lo que cree. A veces la gente cree en muy poco o en nada, así que da su vida por muy poco o por nada….”  dice Juana De Arco.

Por eso yo quiero dar todo,  para que a través de mi aprendizaje, de mis conocimientos, de mi formación, de mi experiencia de vida, pueda acompañar desde donde yo entiendo el Coaching, aportando guías, herramientas de apoyo, escucha, dirección, entrenamiento…  en este duro y maravilloso proceso que es crecer,  en cuanto a evolucionar y avanzar.

Como seres humanos estamos en continuo cambio desde que nacemos. Somos nosotros mismos los que nos creamos un mundo irreal de seguridad para poder caminar con paso firme.

Todo está en un constante devenir, todo se mueve, el mundo no cesa de girar y nosotros somos parte de él. Entendamos entonces y asumamos que el cambio es equilibrio y un paso adelante. Si nos adelantamos a los cambios venceremos nuestras incertidumbres, si nos movemos en la flexibilidad seremos adaptables. Aprendamos a escucharnos,  a conocernos, a saber qué necesitamos y que queremos. Si  Cambiamos el tengo por el quiero y buscamos “en el interior de nosotros mismos la respuesta y la fuerza para encontrar la salida…” este sin duda será un gran comienzo en nuestro cambio de rumbo.

“No vemos el mundo como es, sino como somos”- dice Talmud, por lo tanto  seamos proactivos, seamos positivos, creamos en las posibilidades de crecimiento que nos aportan los momentos de cambio,  los momentos de crisis e incertidumbre. Hagámonos más fuertes, quitémonos ruidos externos y escuchémonos desde nuestro interior y preguntémonos ¿ Qué es lo que realmente queremos hacer con este regalo  que es la vida?

Así,  si aplicamos uno de los principios básicos del Coaching : “Nada ha cambiado. Solo yo he cambiado. Por tanto todo ha cambiado” ¿Por qué no atrevernos a echarnos a la cuneta y redirigir nuestra dirección y  no conformarnos?

Tenemos la capacidad, la libertad y la responsabilidad de escoger nuevas direcciones,  cojamos ventaja de este momento.

Cuando  escuchamos y sufrimos casi a diario las constantes desvinculaciones de las compañías, cuando sentimos que llevamos media vida desarrollando trabajos que no nos realizan ni motivan, es entonces cuando podemos plantearnos hacer algo distinto, cambiar la apatía y la falsa seguridad por  nuevas oportunidades,  adelantarnos al momento, tomando el mando de nuestra vida. Es una cuestión de actitud, puedes hacerlo si quieres hacerlo.

No puedo dejar de recordar  aquel día en el que apostada en la cuneta tuve las ganas y la fuerza de cambiar el rumbo de mi vida, hoy no solamente se que podía hacerlo sino que quise y quiero hacerlo.

 
Mónica Martínez Castaño
Fundadora de Coaching You
Coach Ejecutivo y Personal

 

Related Articles

3 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Déjenos su comentario
Por favor introduzca su nombre aquí

Nuestras RRSS

72,687FansMe gusta
78,973SeguidoresSeguir

últimos artículos

You cannot copy content of this page