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La primera victoria clara de la spanishrevolution

En primer lugar, voy a justificar el titular de esta información. Es tradicional que las campañas electorales acaben con especiales de los cierres de campaña y las portadas de la jornada de reflexión se suelen dedicar a repasar los últimos mensajes de nuestros políticos antes de acudir a las urnas. Como encima el día anterior a las elecciones, suele carecer de grandes noticias, los periódicos se suelen dedicar a explicarnos que si tal candidato se ha ido a pasar el día al campo o si ha almorzado con su familia.

En esta ocasión, la fuerza del movimiento 15M, los miles de ciudadanos que se han echado a la calle en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y así hasta en 300 ciudades ha ensombrecido todo ese aburrido ritual de cada proceso electoral. Los medios de comunicación españoles han tenido que rendirse a la evidencia aunque en algunos casos con informaciones que tienden a manipular o engañar sobre qué tipo de gente participa y cuáles son sus objetivos.

Los políticos son conscientes de ello. He escuchado decir a más de uno que esta movilización estaba impidiendo que se hablase de los problemas que realmente preocupan a los ciudadanos. Claro, ellos parte de la base equivocada de pensar que ellos sí que hablan de esos problemas pero ya el CIS señala claramente que el tercer problema que más preocupa a los españoles son ellos mismos. Y de eso no se ha hablado en sus machacones mensajes, diseñados por expertos en marketing y comunicación.

Sí, señores, cabría preguntarse quién realmente está hablando de los problemas de los ciudadanos, ellos o los propios ciudadanos. ¿Se habrán enterado de que los «indignados» opinan que los políticos no se preocupan de resolver nuestros problemas y sólo se dedican a estudiar de qué manera se hacen con la poltrona? Quizá es que no se quieran enterar.

Estéis de acuerdo o no con la llamada «spanishrevolution», debéis reconocer que ha puesto encima de la mesa algunas interesantes cuestiones que todos pensamos y que hasta ahora no se habían puesto de manifiesto con tamaña fuerza. Me refiero fundamentalmente a la maldita «partitocracia» que obliga al ciudadano a pronunciarse sólo cada cuatro años y el resto del tiempo convertirnos en una especie de cero a la izquierda, y no digo ésto con intención política.

Hace unas semanas, me invitaron a un debate en Intereconomía sobre el paro. Alguno de vosotros lo vió e incluso lo comentó en la web. Allí dije que nuestro país atraviersa no sólo por una crisis económica sino también por una crisis política ya que los dos grandes partidos se han pasado los últimos años tirándose pedradas dialécticas en lugar de sentarse a resolver problemas. Es curioso que sí se pongan de acuerdo, y no tengan enfrentamientos, cuando se trata de subirse los sueldos, de acordar que viajen en primera clase en los aviones, etc. Para eso no hay crispación, están todos de acuerdo.

En aquel programa, un senador del PP canario se enfadó mucho cuando dije que tenían actitudes cínicas, se lo dije a él porque estaba presente pero también lo hacía extensivo a los socialistas y al resto de partidos. Son cínicos porque se presentan como la solución cuando echan balones fuera, nos llena de su palabrería pero al final no aportan ni una idea constructiva a nada de lo que se les plantea.

Si en ese momento me manifesté de aquella manera, ahora sería muy incoherente si dijera que no apoyo a los acampados en Sol y en otras ciudades. Claro que en portalparados, tenemos que estar al lado de la gente, nosotros no somos como los políticos y creemos que la política debe estar al servicio de los ciudadanos y no al servicio de los banqueros, los especuladores internacionales y de los mercados.

Ya os advertí en el anterior artículo que muchos dirían auténticas barbaridades para destruir ese movimiento ciudadano. Se dice que los concentrados son «perroflautas», hippies, que huelen mal, que fuman porros y se emborrachan. Nada más lejos de la realidad, yo he visto a jóvenes de cualquier «pelaje», jubilados, familias con sus hijos y carteles que dicen «ni políticos ni botellón, no dejes que te mareen». He visto jóvenes con sus escobas barriendo la plaza para que aquello no se convierta en una pocilga y he visto un ambiente de reivindicación sano.

Las estrategias de los partidos están claras. Unos quieren hacerse amigos de los concentrados, simular que son parte de ellos y de esa forma, no tienen que hacer ninguna autocrítica. Otros juegan a meter miedo, a decir que los concentrados son una panda de anarquistas y comunistas que quieren acabar con la democracia. Meten miedo diciendo que viene la III República o que quieren quitarnos la propiedad privada.

A este respecto, os diré que probablemente algunos defiendan eso pero no hay ideas consensuadas al respecto. Seguramente es más lo que nos une que lo que nos separa. Los concentrados no quieren acabar con la democracia, quieren más democracia, no quieren acabar con la propiedad privada ya que aquí sólo los bancos son los únicos que despojan a muchos ciudadanos de una propiedad que les ha costado mucho sudor conseguir. En resumen, un mundo más humano. Si eso es ser de extrema izquierda, probablemente lo sea pero yo hablaría de sentido común.

Es verdad que alguno se puede sentir ofendido por algún cartel que choque con sus ideas. Pero debe tener presente que una pancarta sólo representa a quien la lleva y son anecdóticas ya que la mayoría sólo buscan un cambio de la realidad política, económica y social.

Algunos que todavía no se han enterado de qué va ésto, o quizás no les interese enterarse, inciden mucho en que la protesta debería ser en el Palacio de la Moncloa y no en la Puerta del Sol que es la sede de la Comunidad de Madrid. A ellos les diría que esa plaza no es patrimonio de nadie, es un lugar emblemático para todos los madrileños que no nos puede hurtar nadie por tener allí su «casa». Todas las revueltas ciudadans en los paises árabes y hasta en Islandia, se han organizado en plazas emblemáticas y aquí se ha hecho lo mismo.

Pero además hace falta ser muy ignorante, o muy mal intencionado. Debéis saber que el Palacio de la Moncloa tiene varios kilómetros de perímetro de seguridad, con lo que sería imposible plantarse justo enfrente de ese edificio para protestar. Habría que hacerlo a kilómetros de distancia y casi en mitad de la nada.

Y la tercera razón es aún más sencilla. Todo el mundo está molesto con un gobierno que no ha sabido atajar la crisis, eso está clarísimo. Rodriguez Zapatero está en el centro de todas las críticas por mucho que lo quieran ocultar algunos medios. Pero ojo, aquí hay muchos que gobiernan comunidades autónomas que tienen competencias en materia de empleo. Hemos escuchado a la Presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre presumir que en esta comunidad hay menos paro, como si eso consolase al medio millón de desempleados que existen en esta región y que representa un 15 por ciento, mucho más alto que en el resto de Europa también.

No es que pretendamos criticar a la responsable del PP pero es un ejemplo de cómo escurren el bulto cuando les interesa. Y eso es precisamente de lo que se quejan los indignados, por no hablar de la multitud de imputados, presuntamente corruptos que aparecen en las listas electorales de los principales partidos, de todos ellos sin excepción.

Claro que hay políticos honrados, claro que los partidos son necesarios en nuestra sociedad pero los indignados queremos elegir quienes son y en el actual sistema, nos tenemos que conformar con la lista que nos presenta cada uno, provocando a veces auténticos conflictos morales entre nuestra afinidad ideológica y nuestro deseo de no votar a presuntos chorizos.

Por todo ello, y respetando a todos los que no estáis de acuerdo, nosotros apoyamos abiertamente al movimiento del 15M, sin perjuicio de que somos profesionales y tratamos de ser objetivos con nuestras informaciones. Nosotros tenemos una ventaja: no le debemos nada ni al Psoe ni al PP ni a IU ni a ninguna otra formación política. Es más nos hemos sentido un tanto despreciados cuando hemos tocado a su puerta para pedirles colaboración informativa o publicidad institucional en aquellas administraciones que gobiernan. Eso nos permite ser  absolutamente libres de prejuicios y no ser la voz de ninguno de ellos. Por eso, nos podemos equivocar pero espero que nadie dude de la buena fe que mantenemos en nuestro trabajo diario.

Y llegamos a este punto, otra de las reclamaciones de los concentrados es el periodismorealya, es decir, recuperar la profesionalidad de unos periodistas que ahora mismo parecen ser más los altavoces del partido que tiene próximo antes de mantener una actitud crítica ante todos, que es lo que enseñaban en la  Facultad, cuando nosotros eramos estudiantes. Eso ahora mismo no existe.

En definitiva, sólo os pedimos que aquellos que tengan dudas sobre este movimiento, que se acerquen, que hablen con ellos y que saquen sus propias conclusiones. No nos dejemos influir por las verdades a medias, por las manipulaciones, por los adjetivos descalificativos. Los ciudadanos debemos ser protagonistas de esto y eliminar los intermediarios. Si después no gusta, adelante pero denles una oportunidad.

Y por cierto, para intranquilidad de nuestros políticos, estoy convencido de que las acampadas continuarán después de las elecciones de mañana. Ya veremos qué otra patraña inventan entonces..


P.D: Uno de los grandes periódicos online griegos me pidió ayer que les contase en qué consistía la spanishrevolution. Lo han publicado traducido al griego pero también el original en español que podéis leer aquí


Javier Peña
Periodista
Director Portalparados

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