Hay semanas que no gana una para alegrías. Por ejemplo, para que no crean que se me ha ido la mano con el pegamento cuando me oyen decir esto, leo que una madre maña se ha inventado un negocio que me parece estupendo: alquiler de juguetes. La cosa es arriesgada, no lo niego. Porque todos hemos sido niños y sabemos lo que dura cualquier artilugio en manos de un ser que no alcanza los 8 años. Y hasta los 16, si me apuran. Pero la idea es buena. Ahorras en la inversión y contribuyes a conjugar verbos como compartir y cuidar. No lo echemos en saco roto. Hace años tuve la oportunidad de llevar juguetes hasta el Sahara y no puedo olvidar aquello. Cada niño se hace cargo de un juguete…pero todos comparten todo. Impresionante la imagen de una niña agarrada a unos patines con todo el desierto detrás. Conmovedor. Cuando no hay más, no hay más. Y a lo mejor estos malos tiempos nos enseñan a todos a ser más humanos.
Por si acaso, mi yo más interno espera que un rey mago particular decida echarle el ojo y cumplir algún deseo infantil como si de aladino se tratara. Ya se que no hay que dar tanta importancia a los regalos…pero me gustaría que mis niños tuvieran una ilusión en estas fechas. Y mis reyes magos habituales están, obviamente, en crisis. Así que no sería malo un milagro de esos que te trae a alguien en mejores condiciones que las tuyas para echarte una manita con tus deseos.
Yo, la verdad, me conformo con ver a los nadadores olímpicos de Seúl con esos bañadores colorados tan animados con la hoz y el martillo tan bien ubicados. La que se ha montado. Ni me hubiera fijado en los dibujos si las autoridades del lugar no se hubieran llevado las manos a la cabeza…por no llevárselas a otro sitio. Supongo. Para mí que el asunto tiene miga o, cuando menos, mensaje. Mi marido siempre está con eso: aquí hay segundas, lee entre líneas y tal y tal. Si quieren ustedes ponerse a ello, el asunto se resume en “hoz y martillo en genitales masculinos”. El verbo, y hasta la historia, se la dejo a ustedes y a su imaginación.
La cosa es que estas tonterías me habían venido muy bien y me tenían muy preparada para cuando el gobierno soltó la bomba de que se acaban los 426 euros. Pues me han quitado un colchón que me venía de perlas…a qué engañarnos. Menos mal que existe Pep Guardiola que, si yo fuera creyente, empezaba a postularlo para santo. ¿Se han enterado de que le ha metido 5 goles al Real Madrid? Pero, sobre todo, le ha metido 5 goles a Mourinho, que debe ser muy buen entrenador, pero como ser humano me resulta una “filfa”.
Ay, se acabó la semana. La vida sigue. Pero a veces, con alegrías. ¿Les he dicho ya lo de los 5 goles del Barça? Es que a veces las buenas noticias se me suben a la cabeza. Como el buen tinte.
Maria Diaz Periodista www.mariadiaz.eu