La Comunidad de Madrid acaba de anunciar que impulsará el empleo de 400 jóvenes de exclusión con el programa Primera Experiencia Profesional.
Este programa pretende mejorar la empleabilidad de jóvenes en riesgo de exclusión social que abandonaron prematuramente sus estudios, para que puedan terminar se formarse y conseguir finalmente un puesto de trabajo.
La consejera de Familia, Juventud y Política Social, Concepción Dancausa, ha presentado esta iniciativa, ‘Primera Experiencia Profesional’, a empresarios de la región, a los que ha pedido su colaboración “para que estas personas tengan una segunda oportunidad de formarse, descubrir su vocación, reintegrarse y ser autónomos”.
Representantes de compañías como Iberdrola, Sacyr, Orange, Ferrovial, La Caixa, UPS, Naturgy, Meliá, Unicef, El Corte Inglés, KPMG, IBM, JP Morgan, Auren, Parques Reunidos o Clece han conocido de primera mano y con ejemplos prácticos de éxito cómo funciona este modelo de inmersión laboral.
‘Primera Experiencia Profesional’ busca un doble objetivo: ofrecer un acceso al mundo laboral a 400 jóvenes de entre 18 y 29 años en riesgo de exclusión social que no terminaron la Educación Secundaria Obligatoria o no continuaron con sus estudios, y facilitar a las empresas la oportunidad de descubrir talentos ocultos para reforzar sus plantillas.
El proyecto de la Comunidad de Madrid, que se lleva a cabo en colaboración con la entidad social Pinardi con la financiación de fondos europeos, consta de tres fases: los participantes perfeccionarán su formación y habilidades laborales; después aplicarán sus nuevos conocimientos desarrollando una actividad laboral en las empresas privadas colaboradoras; y finalmente se promoverá su incorporación al mercado laboral y el retorno a un proceso formativo que lleve a la obtención de un título.
Durante todo el proceso, los participantes estarán acompañados por equipos educativos y mentores profesionales de las empresas, y según el sector de actividad y puesto de trabajo, tendrá una duración de entre dos y seis meses.
A su finalización se realizará un seguimiento social durante un periodo máximo de un año, que incluirá acompañamiento personalizado, seguimiento a la inserción y apoyo para el retorno educativo y el desarrollo profesional.
«Primera Experiencia Profesional supone una oportunidad única de recuperación gracias a la integración de las habilidades sociales y profesionales, con un apoyo social personalizado, con becas para que la situación económica no sea un obstáculo, una tutoría profesional en el lugar de trabajo real y el acompañamiento individual para el desarrollo personal y profesional», ha explicado la consejera.
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