Su eliminación “puede conllevar un impacto sobre el empleo que no se ha considerado lo suficiente, pues estamos hablando de colectivos que son la base del tejido productivo en nuestro país”, según esta asociación que representa a los autónomos.
Además, la promocionada reforma fiscal podría quedar en nada para muchos autónomos, ya que la supresión del incentivo fiscal “va a generar un coste en su factura mucho mayor que el ahorro en la rebaja de las retenciones”.
Lorenzo Amor, presidente de ATA, denuncia que “si realmente se suprime esta reducción en los próximos Presupuestos, vamos a eliminar una medida que ha sido el anclaje de muchos empleos durante estos años en esa franja del tejido empresarial que supone el 98% del mismo. Las consecuencias podrían ser la desaparición de unos 70.000 puestos de trabajo, lo que puede suponer más coste en prestaciones por desempleo del que se pretendía ahorrar con la medida”.
Como alternativa al fin de este beneficio fiscal, ATA propone limitarlo a las empresas con unas ventas inferiores a los 2 millones de euros y con menos de 10 empleados.