A cambio, nos encontraremos con un modelo de empleo más centrado en la especialización del trabajador, con mayor flexibilidad de horarios, más oportunidades para el “freelance” o trabajador independiente, con más trabajo en equipo y donde se valorará más la experiencia personal que aporta el empleo que el salario neto.
En el informe, Gratton advierte que «estamos en un punto de brusca ruptura con el pasado», por lo que el trabajo que conoceremos dentro de unos años «es aún muy poco predecible».
El fuerte desarrollo tecnológico, la globalización y los cambios demográficos marcarán las características del empleo del futuro.
«Los nuevos retos serán el envejecimiento de la población (en el caso europeo) y el papel de la mujer, que luchará por la paridad en las cúpulas empresariales y por la igualdad salarial», dijo la gerente de una empresa de trabajo temporal, Belén Dávila.
Las empresas de trabajo temporal son algo habitual en países como España y Dávila señaló que entre las competencias más buscadas en los trabajadores, por las compañías, para salir de la crisis y de cara al futuro están el ser polivalente dentro de ciertas áreas, mostrar compromiso con la empresa, saber trabajar en equipo, contar con dotes de liderazgo, saber gestionar el estrés y los cambios en la empresa y ser una persona innovadora.
La globalización también hará que la política empresarial cambie. Dávila resaltó la importancia de saber gestionar y retener el talento para hacer frente al empuje de otros países. Por otra parte, habrá mayor competencia de los países emergentes, de donde provendrán trabajadores con mayor cualificación, por lo que la especialización será fundamental.
Según los expertos, el concepto generalizado de empresa está obsoleto. “En el futuro habrá una cultura empresarial menos presencial (menos gente cumpliendo horas de escritorio), y más por proyectos u objetivos», dijo Dávila.
En ese sentido, la figura del trabajador independiente o “freelance” adquirirá mayor peso que en la actualidad. Este modelo de trabajador dará lugar a más productividad y más flexibilidad, pero también a una menor implicación con la empresa que un trabajador de planilla.
En el futuro, con la mayor importancia del “freelance” se demandará más flexibilidad de horarios que en la actualidad. Otro cambio irá de la mano de las experiencias personales. «Buscaremos un trabajo menos centrado en el salario y más centrado en el nivel de vida y las experiencias que aporta», afirmó Gratton.