Aprender inglés o cualquier otro idioma cuando uno se queda en paro se ha convertido en todo un clásico y no andan desencaminados aquellos que lo hacen si tenemos en cuenta los datos que aporta hoy un reportaje de El País. En él se asegura que la competencia para obtener un puesto de trabajo ha aumentado desde que se inició la crisis y por ello, conocer al menos un idioma, o incluso dos, aumentan hasta un 44 por ciento nuestras posibilidades de conseguirlo. En concreto, estos datos los facilitan en ese reportaje los responsables de Randstad que además aseguran que en un 20 por ciento de las ofertas de trabajo ya se exige inglés. Incluso ese requisito se valora ya más que el expediente académico en lo referido a otras titulaciones.
El porcentaje aumenta si lo que buscamos es un puesto intermedio o directivo en las empresas. En ese caso, el 75 por ciento exigen ya manejo de inglés, cuando antes sólo era un requisito a valorar, e incluso tienen ventaja aquellos que saben un segundo idioma, especialmente el francés o el alemán. Y eso incluso en empresas que no requieren el manejo del idioma para su labor.
Así no es de extrañar que las academias que ofrecen clases de inglés aseguren que no están notando la crisis. De hecho, alguna de ellas ha visto como se ha reducido en un 20 por ciento la demanda de formación por parte de las empresas, pero han subido en el mismo porcentaje el número de desempleados que se han matriculado para aprender un idioma, en su mayor parte inglés. Una situación similar se ha producido en las Escuelas Oficiales de Idiomas, donde la enseñanza es mucho más barata que en las academias privadas, y la oferta de estudios mucho mayor. En concreto, en la Escuela de Madrid se han registrado este curso casi un 17 por ciento más de matriculaciones, aunque sólo han podido atender a unas 10.000.
Otro de los datos a tener en cuenta en nuestra búsqueda de empleo es la proliferación de la enseñanza en idiomas hasta ahora considerados más exóticos, como el chino mandarín, el japonés, el árabe, el ruso, el polaco, el portugués o el rumano que según el último informe del Foro de Multilingüismo de la Comisión Europea, son cada vez más demandados. De hecho, las Escuelas Oficiales de idiomas están experimentando un incremento de las solicitudes para estudiar chino, japonés, árabe y portugués, al entender muchos trabajadores que pertenecen a países emergentes con los que habrá que entablar relaciones comerciales a corto plazo.