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Dentro de esta práctica, la búsqueda de empleo vuelve a utilizarse como gancho una vez más, con la novedad de que, en esta ocasión, la principal víctima fue el gigante de los buscadores, Google.
En febrero, se registró un envío masivo de mensajes haciéndose pasar por Google que decían que la compañía analizaba los currículos enviados por los usuarios y los cotejaba con una lista de vacantes abiertas.
Para evitar posibles confusiones, recomendaban al usuario abrir el fichero adjunto al mensaje y revisar que el currículo era correcto. En el mensaje estaba adjunto un archivo zip que contenía un troyano cuya finalidad era robar contraseñas y otros datos confidenciales.
Para convencer al usuario de que el mensaje era legítimo, los delincuentes pusieron en el campo “remitente” una dirección que parecía real ([email protected]), incluso incluyeron el logotipo de la compañía en el cuerpo del mail.