Se está hablando mucho de la tasa de paro juvenil que supera el 40 por ciento y que representa uno de los mayores porcentajes de toda Europa, pero ahora conocemos otro dato no menos grave: la tasa de personas entre 50 y 64 años de edad que no trabaja y que se sitúa en el 54,4 por ciento. Esa cifra está muy lejos del compromiso que adquirió el gobierno español en la llamada Estrategia de Lisboa en el que todos los países europeos se comprometían a reducir por debajo del 50 por ciento el número de trabajadores que a esa edad no podían encontrar un empleo.