Este estudio evidencia que los más optimistas son los encuestados de entre 30 y 44 años, de quienes un 61% opina que la situación de la economía va a mejor.
Los más escépticos son los menores de 30 años y los mayores de 65, entre quienes sólo el 47% se muestra optimista y casi un 30% estima que la situación sigue igual que en los últimos meses.
El optimismo también aumenta a medida que lo hace el nivel de estudios, pasando del 47%, entre quienes tienen estudios primarios o menos, al 59% entre quienes han cursado estudios superiores. Las personas con una ideología ‘de centro’ también confían más en la buena evolución de la economía (56%) que quienes se alinean a la izquierda (53%) y a la derecha (49%) del espectro ideológico-político.
En cualquier caso, la crisis se revela como la principal preocupación de los españoles, con un 61% de los votos.Le siguen, de lejos, el terrorismo (22%), la gripe A (8%) y la situación de Afganistán (4%).
El 45% de los entrevistados valora que, a pesar de la crisis internacional, en el caso español pesan especialmente los factores nacionales. De hecho, sólo un 23% cree que tenga que ver sólo la crisis internacional, y un 28% piensa que se trata de una combinación de ambos.
Esta percepción no es neutra ideológicamente: la insistencia en factores nacionales es mayor entre los que se ubican en el centro (46%) y en la derecha (46%), mientras que entre los de izquierda la mayoría se decanta por los factores internacionales (40%).
En este sentido, el 63% de los votantes del PP atribuye la gravedad de la crisis a factores nacionales, frente al 32% de los votantes del PSOE. En esta misma línea, sólo el 10% de los votantes populares achacan a la crisis internacional la coyuntura económica de España, porcentaje que se eleva hasta el 35% entre quienes votan al PSOE.