Se comentó mucho en la década de los 90 el papel importante que jugó la familia en la supervivencia de los desempleados de aquella época. De otra manera, no se podía entender cómo sobrevivió nuestra sociedad con una tasa de paro del 20 por ciento. Sin embargo, y ahora que nos aproximamos a un porcentaje parecido, los expertos nos alertan del cambio de situación. Sin duda, el panorama ya de por sí ha cambiado. Han crecido las familias monoparentales aunque muchos «solteros» o «divorciados» han tenido que regresar al domicilio paterno cuando se han quedado sin trabajo, una situación muy dolorosa para los afectados.
Pero además, el estudio de coyuntura de la Fundación Encuentro sobre «España 2009» refleja otra dura realidad. Las anteriores crisis afectaron más a jóvenes que aún podía depender económicamente de sus padres. Sin embargo, en esta, han crecido los «cabeza de familia» que se han quedado sin trabajo y por eso, las cifras que apuntan a más de un millón de hogares con todos sus miembros en paro.
Dice textualmente el informe: «Con los datos que proporciona la EPA sobre la situación de las personas desempleadas enrelación con su parentesco con la persona de referencia en la unidad de convivencia, la situación actual es bien diferente a la de la crisis de 1993. Entonces, algo más de la mitad de todas las personas desempleadas eran hijos de la persona de referencia, mientras que en 2008 los hijos apenas son un tercio de los desempleados (tabla 9). En cierta medida, la situación se ha invertido, pues ahora el grupo más numeroso es el de las personas en paro que son la referencia en la unidad de convivencia. También se ha incrementado el porcentaje de hombres que viven en pareja con la persona de referencia y las personas que no tienen ningún vínculo de parentesco con ésta.»
Más cobertura para los parados
Este informe analiza también el nivel de prestaciones que reciben los parados en España. Aquí los datos son algo más positivos. Según la Fundación Encuentro, el porcentaje de beneficiarios de una prestación contributiva respecto al total es hoy superior en 4 puntos porcentuales al de hace 25 años. Entendemos como prestación contributiva a lo que todos conocemos como «cobrar el paro» y que representaba el 63 por ciento de la totalidad de desempleados frente al 43 por ciento que lo recibían en el periodo 2000-2005.
Eso sí, el informe advierte de la necesidad de mejorar las prestaciones asistenciales, las que se refieren a los subsidios, rentas mínimas de inserción etc porque se prevé una crisis larga en la que muchos pueden agotar toda la prestación hasta el final. De hecho, según el Inem, de los beneficiarios que en diciembre de 2008 tenían una prestación contributiva, al menos el 41% la habrían agotado en seis meses, es decir, en junio de 2009, y el 66% la habría agotado en un año, al finalizar 2009.