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El verano volverá a crear empleo

El mes de marzo ha significado un punto de inflexión en su evolución de los últimos meses con una vuelta al crecimiento, por lo que todo indica que los meses de la temporada de verano seguirán esta misma tónica, según Randstad. Este cambio en el mercado laboral será especialmente notable si comparamos los datos de 2010 con los del verano de 2009, en el que la contracción del mercado laboral fue muy intensa.

En este mes de mayo ya se han realizado las primeras peticiones de cara al verano, lo que arroja mejores perspectivas laborales que el año pasado, cuando las empresas esperaron al último momento para realizar sus peticiones de personal.Sin embargo, esto no significa que los buscadores de empleo vayan a tener fácil conseguir un trabajo. Este año los datos de aumento de paro no dan tregua y provocan que haya más personas buscando trabajo, con más candidatos para cada puesto y un aumento en la bolsa de demandantes de empleo. Según datos de Randstad, habrá 68 candidatos interesados de media para cada oferta de empleo que se genere.

Los jóvenes son, además, los que más están sufriendo el paro y los que menos experiencia profesional pueden aportar, por lo que son los que lo tienen más difícil a la hora de conseguir un puesto, cuando hace tan sólo dos años eran el “perfil tipo” del trabajador de un puesto de verano.

Las sustituciones, otra vez en auge

Durante el año pasado, la tónica general fue que las empresas intentaron ajustar sus gastos al máximo. Esto se tradujo en una reducción del personal a contratar y en una disminución de las sustituciones, ya que las compañías optaron por cubrir con personal propio las vacaciones y sustituciones de personal.

Este año, por el contrario, parece que las empresas van recuperando la normalidad y ya han comenzado a solicitar personal de cara a las próximas sustituciones de verano. Aquí, los puestos que cuentan con mayor demanda son: secretarias, recepcionistas, auxiliares administrativos, contables, etc.

 

Movilidad geográfica

La movilidad geográfica siempre es un factor positivo a la hora de buscar empleo, en especial en verano. Son muchos los que realizan el trayecto contrario al habitual, del interior a las islas o a las costas, para atender el aumento de la demanda de empleo. En general están más dispuestos a cambiar de ciudad los extranjeros que los nacionales y los hombres que las mujeres. La edad también es un factor determinante a la hora de moverse de ciudad en un empleo de verano, los más proclives son, en general, los menores de 30 años. Seis de cada diez trabajadores estaría dispuesto a moverse para conseguir un empleo, según datos de Randstad.

 

La formación y la experiencia, valores imprescindibles

El empleo de verano tiene unas características muy claras por la propia estacionalidad de este tipo de puestos. Son ofertas de empleo temporal, asociadas generalmente al sector turístico (hostelería, comercio, actividades culturales y deportivas…). La recuperación del mercado alemán está favoreciendo a las zonas que habitualmente acogen a este turismo, como las Islas Baleares. 

La agricultura también demanda trabajadores en zonas como Aragón, Navarra, La Rioja o Cataluña. Dentro del sector industrial, el mayor número de peticiones se dan en logística y distribución, uno de los sectores que mejor está saliendo de la crisis.

La especialidad de Randstad Aeropuertos presenta una mayor actividad durante estas fechas, ya que se incrementa la necesidad de personal en las instalaciones aeroportuarias para atender los numerosos desplazamientos. Desde Randstad Aeropuertos se realizan procesos de contratación para reforzar la plantilla con carretilleros, operadores de rampa, auxiliares de tráfico o manipuladores de alimentos para el catering.

Randstad Horeco selecciona trabajadores para parques de ocio, hoteles o restaurantes y registra un incremento notable en la puesta a disposición de camareras de piso con o sin experiencia para hoteles, camareros de banquete, sala, office (ayudante de cocina) y vigilantes de comedores.

Randstad Oficios concentra sus peticiones en los meses de junio y julio, al cerrar durante el mes de agosto muchas empresas del sector siderometalúrgico. En esos meses, el perfil más solicitado es el de operario de máquinas y herramientas y los soldadores. En esta época del año también es frecuente que soliciten FP Electrónica con conocimientos en climatización y aire acondicionado.

Además de estos puestos, el sector servicios también sufre una variación en su actividad, incrementando la demanda en el transporte, logística, centros comerciales y la banca. Los puestos más solicitados son los de cajeras, reponedores, dependientes, auxiliares administrativos y comerciales.

Viendo la evolución de los últimos meses, y el aumento significativo en la demanda de cualificación que solicitan las empresas, todo apunta a que la experiencia y la formación asociada al puesto serán requeridas en la mayoría de casos este verano.

Perfil idóneo

El empleo de verano no tiene por qué ir vinculado a un determinado perfil, aunque sí que hay que buscar una serie de características en el candidato.

  • Disponibilidad. Las ofertas de trabajo durante vacaciones siempre van asociadas a una clara flexibilidad horaria por parte del trabajador, ya que en muchos casos exigen el trabajo a turnos, en horarios distintos a la jornada habitual de oficina, fines de semana…
  • Proactividad y dinamismo. El candidato debe demostrar su capacidad de adaptación a cualquier tipo de puesto o tarea y su proactividad en el empleo, especialmente en un momento como el actual.
  • Compromiso. El trabajo de verano no tiene por qué ser más duro que cualquier otro, pero sí requiere de un compromiso por parte del candidato, que ha de renunciar a sus vacaciones para trabajar.
  • Orientación al cliente. En muchos casos, sobre todo en los relacionados con los puestos orientados al turismo y el sector servicios, la atención al cliente es parte básica del puesto.

Duración de los contratos estivales

Los trabajos veraniegos se caracterizan por su estacionalidad, pero siempre son un valor añadido en el currículum del profesional. El verano es un excelente momento para adquirir una primera experiencia profesional y mejorar el currículum. Además, para muchos estudiantes supone su puerta de entrada al empleo, ya que cada vez son más las empresas que apuestan por contratar de forma temporal a las personas para más tarde incorporarlas en sus plantillas.

Sin embargo, ante la actual situación económica, es difícil cuantificar cuántos pueden convertirse en indefinidos. Pero de forma general, hay que tener en cuenta las ventajas de este tipo de puestos. Trabajar en verano ofrece la posibilidad de entrar directamente en contacto con el mercado laboral, conocer de primera mano el funcionamiento interno de las empresas y adquirir un bagaje en distintos sectores y puestos que a buen seguro servirán al empleado en su futuro profesional.

Además, puede ayudar a adquirir experiencia en aquellas tareas o facetas directamente relacionadas con la formación del trabajador. Y, en el caso de un empleo que no esté directamente relacionado con los estudios cursados, siempre se pueden adquirir otras habilidades o competencias como capacidad de comunicación, gestión del estrés, etc.

Qué busca el candidato en un empleo de verano

La temporada de verano de las empresas ha sido tradicionalmente utilizada para adquirir experiencia laboral de cara a un futuro o para ganar dinero de forma temporal. Randstad ha elaborado una encuesta para conocer qué es lo más importante para los trabajadores cuando buscan un empleo de verano. En base a las respuestas de 1.276 personas encuestadas de forma aleatoria por toda la geografía española, parece que las tornas han cambiado y ahora la mayoría busca responder a sus necesidades económicas: 50% de los consultados por Randstad así lo reconocen. El 22,21% restante espera entrar en el mercado laboral y el 19,43% lo utilizará para adquirir experiencia de cara a un futuro.

El dinero es una prioridad mayor entre los hombres que entre las mujeres (58,01% ante 43,83% que eligen esta opción), pero a ellos les preocupa más cuando tienen entre 30 y 44 años y a ellas cuando son algo más jóvenes, de 25 a 29 años. Por el contrario, aumentar su experiencia y “hacer currículum” es una gran preocupación para las mujeres menores de 25 años, en especial universitarias, y las mayores de 45 años que no han trabajado con anterioridad.

El sueldo es lo más importante cuando nos quedamos sin vacaciones

Quienes están buscando un trabajo temporal de verano lo hace claramente por dinero, tal y como reconocen el 62,58% de los encuestados Randstad, frente al 37,42% que selecciona el empleo en función de las tareas y conocimientos que pueda desarrollar y aprender.

Cuando las personas no están trabajando y buscan entrar en el mercado laboral un 39,59% reconoce que elige el empleo en función de las posibilidades que le pueda ofrecer el trabajo y que más adelante le permitan mejorar en su carrera profesional. Las mujeres, los universitarios y los trabajadores de entre 25 y 29 años son los más selectivos a la hora de elegir un puesto. 

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