Las más afectadas por el desempleo juvenil son las mujeres de 17 años, con una cifra que supera el 70%. Además, el 38% de los parados carecen de experiencia laboral previa entre los 20 y los 24 años, y un 29% de los desempleados hasta los 30 años carecen de estudios de bachillerato o formación profesional.
La crisis ha reducido las diferencias de paro por sexos. Si en 2007 la tasa de paro femenina era 1,7 veces la masculina, en la actualidad es prácticamente similar (22,1% en mujeres, 21% en hombres), aunque la máxima tasa de desempleo la sufren las mujeres.
Respecto al paro por actividades económicas, el peso de la destrucción de empleo se centra en la construcción, que ha perdido 1,3 millones de puestos de trabajo, y en la industria manufacturera (755.000), hasta el punto de que sin la evolución negativa de estos no se habría destruido empleo neto en la crisis económica actual.
La construcción de edificios es la actividad que más puestos de trabajo ha perdido y sigue una tendencia negativa en la actualidad, con variaciones interanuales en el empleo del -26%. Las actividades que más ocupación han creado son las vinculadas al sector público, como la Administración pública, defensa, sanidad y servicios sociales.
MENOR FORMACIÓN, MÁS PARO.
Respecto al nivel formativo, las tasas de paro superiores al 30% y próximas al 20% son de personas que solo cuentan con primaria y con estudios de las distintas etapas de secundaria, respectivamente.
Las personas con especialización (formación profesional y licenciados) apenas tienen un desempleo que roza el 5%. En todo caso, la mayoría de los desempleados (un 54%) tiene estudios intermedios: educación secundaria, bachillerato o títulos de formación profesional de grado medio.
Para buscar empleo, la mayor parte de los parados acude a su círculo más próximo (90%), el contacto directo con empresarios (81%) y la consulta de anuncios en medios de comunicación (69%). Menos del 1% de los parados declaran buscar medios o financiación para establecerse por cuenta propia.
En cuanto a la distribución territorial del desempleo, las regiones situadas en el Norte del país mantienen su mejor comportamiento tradicional. En 16 de las 50 provincias españolas la tasa de paro ha aumentado menos de diez puntos porcentuales desde los mínimos nacionales de 2007. La provincia que peores resultados obtiene es Guadalajara, que multiplica por seis el número total de desempleados.
El barómetro de Sagardoy concluye que los últimos datos muestran una tendencia que, lejos de apuntar hacia una mejoría, hacen prever una nueva aceleración del ritmo de destrucción de empleo, superando, según los datos de la EPA, los cinco millones de desempleados en 2012.
