Somos cuatro millones de parados en números redondos pero detrás de esta cifra se enconden cuatro millones de historias, de problemas y de frustraciones. Nuestra situación es muy diversa en función de la economía de nuestra casa, de si percibimos subsidio de desempleo o tenemos aún pendiente la maldita hipoteca. También es diversa la opinión que sobre los parados tienen los españoles.
Muchas veces hemos escuchado o leído en los distintos medios de comunicación que se habla del paro pero muy pocas veces alguien salió a la calle para preguntar por nosotros, los protagonistas de esa difícil situación. Queríamos conocer si nos entienden, si conocen la situación por la que estamos pasando e incluso si la sociedad española se solidariza con nosotros.
Como podéis ver en el reportaje, la respuesta ha sido muy dispar. Desde luego lo que no hay es término medio, se conoce que no dejamos indiferente a nadie. La mayoría de los encuestados nos responde con un cierto sentimiento de pena hacia nuestra situación. Sin embargo, no faltan aquellos que en pleno S.XXI siguen pensando que somos unos vagos “a los que el ayuntamiento debería poner a barrer las calles”.
Todos los consultados tienen ya en su entorno a alguien que está buscando empleo. Nos cuentan que muchos están agobiados, intentando abrocharse el cinturón hasta que ya no queden agujeros. Otros aprovechan la circunstancia para vivir un poco la vida; son aquellos que aún pueden vivir de sus familias o tienen un mayor periodo para cobrar el paro.
Nos os perdáis incluso a quién nos considera un mal necesario. “El hombre necesita de vez en cuando un periodo de crisis para agudizar el ingenio y avanzar”- sostiene un venerable anciano con acento gallego y sonrisa socarrona.
Esto es lo que nos hemos encontrado en las calles cuando hemos preguntado a los ciudadanos españoles por los parados.