Y es que, si hacemos caso al «Avance del Mercado Laboral Afi-Agett», el cuarto trimestre del año se saldará con la pérdida de 190.000 empleos, lo que elevará la tasa de paro hasta cerca del 19% incluso si la población activa disminuye.
Así, la previsión dice que 2009 cerrará por encima de los 18,5 millones de ocupados, lo que supone 1,1 millón de empleos menos que hace un año y casi dos millones por debajo del pico de septiembre de 2007.
Según el informe, a la «desfavorable estacionalidad del mes de enero» se añadirá el aún «potente factor recesivo» y el hecho de que las medidas anticrisis, como el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad, «apenas habrán empezado a dejar sentir sus efectos».
Por otro lado, la probabilidad de permanencia en el desempleo ha pasado del 49,3% en el tercer trimestre de 2008 al 61,1% en el mismo periodo de este año. En términos de movilidad, entre el segundo y el tercer trimestre de este año, más de 1,5 millones de personas perdieron su empleo, el 55,6% de ellas acabaron en el paro y el 44,4% restante pasaron a la inactividad.
Sin embargo, estas cifras se vieron contrarrestadas por los parados que encontraron empleo (900.000 personas) y los inactivos que también se incorporaron al empleo (533.000 personas) en el mismo periodo. En términos netos, se perdieron 88.900 activos y 74.700 ocupados, mientras que se registraron 14.200 parados menos y 123.400 nuevos inactivos.
Por otro lado, el informe constata un fuerte «efecto desánimo» que impulsa a los desempleados a dejar de buscar trabajo. El grueso de esta ‘retirada’ se concentra entre los extrajeros (52.000 personas menos) y los varones (86.000).
Por grupos de edad, el colectivo de 25 a 24 años continuó registrando el mayor ajuste de la población activa (-85.000 personas) y por primera vez en el transcurso de la actual crisis laboral también se reducen los grupos de 35 a 44 años (-19.000 personas) y 55 y más años (38.000 personas).
Por sectores de actividad, las caídas más intensas se observan en la construcción (152.000 personas) y la industria (115.000 personas), mientras el sector servicios y los parados que han dejado su último empleo hace más de un año o que buscan su primer empleo tuvieron una aportación positiva.